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García Márquez y el universo de Macondo

"Cien años de soledad", la obra cumbre de García Márquez, fue el impulso definitivo para la concesión del premio Nobel de Literatura, que el escritor obtuvo en el año 1982

García Márquez y el universo de Macondo

"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo", así arranca la obra cumbre de Gabriel García Márquez, obra que lo impulsaría para la obtención del premio Nobel de Literatura en 1982.

La estructura de "Cien años de soledad" podemos entenderla mediante el análisis de las cuatro partes en las que se divide: La primera es el "Tiempo mítico 1", centrado en la fundación de Macondo por parte de José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán. La segunda es el "Tiempo histórico 1". En cada uno de ellos el lenguaje cambia. En la primera parte este lenguaje es más rico, más expresivo, de asombro por lo cotidiano, y refleja las costumbres de los personajes que viven el tiempo de manera cíclica.

El tipo de lenguaje es rítmico y metafórico de lo prodigioso y maravilloso, con sentencias como "la tierra es redonda como una naranja", o bien, como expresa Úrsula Iguarán: "uno no es de ninguna parte hasta que no tiene a un muerto bajo tierra". En la segunda parte el lenguaje se vuelve más cotidiano y casual. De ese modo surgen frases como "compadre, no te fusilo yo, te fusila la Revolución". La tercera parte mantiene un lenguaje duro respecto a los problemas que genera la compañía bananera y los trabajadores en huelga. "Aquí nunca pasó nada".

Y la cuarta es la más literaria, como si en estas cuatro partes también el lenguaje fuese cíclico. Homenajea a escritores amigos suyos como Julio Cortázar o Carlos Fuentes, y también al propio lector. Aquí nos enfrentamos también a un texto con múltiples capas. Por ejemplo, cuando Pilar Ternera asegura: "No había ningún misterio en el corazón de los Buendía".

Esta novela se nutre, y bien, de las cuatro novelas cortas anteriores, en las que existen diferentes personajes que aparecen en la que nos ocupa. El título atrapa la importancia del tiempo. Arcadio Buendía es quien ocupa el tema del incesto en la narración, repleta de hipérboles que se anticipan a la novela en sí misma. El título de la novela deslumbró la fantasía del editor argentino Francisco Porrúa. Cuenta el autor que cuando le envió el original, como no tenía un peso, le envió la mitad con el propósito de hacerse con un poco de dinero para enviarle la otra mitad, pero le mandó la mitad del final y el propio editor lo llamó porque se había quedado impresionado, pero le pidió que le enviase la primera parte. El editor tuvo que enviarle el dinero.

Es ya en el primer capítulo cuando en su lectura se pueden identificar los problemas centrales de la obra tanto de forma como de contenido. Se identifica el tiempo, el recuerdo, la soledad y la creación de los primeros personajes. Se puede observar de nuevo cómo la novela es de carácter cíclico completo y está presente tanto en el pueblo como en los atípicos personajes.

Macondo, por su parte, es asentamiento selvático y aislado en la zona bananera de Colombia, era una aldea de veinte casas de barro creciendo desperdigadas entre la maleza, sin orden ni concierto. Al estar alejados de la civilización no llegaban noticias del país ni del resto del mundo. Sus pobladores se organizan tribalmente y la economía es extractiva. "El mundo era tan reciente que muchas cosas carecían de nombre y había que señalarlas con el dedo", auténtico realismo mágico latinoamericano. El conocimiento exterior, el que venía de afuera, llega al pueblo a través del gitano prestidigitador, Melquiades, quien después de muchos años sería el primer muerto de Macondo.

Aparecen en el transcurso de la narración personajes que ya formaban parte de "La hojarasca", "El coronel no tiene quien le escriba" y "La mala hora", la novela corta, aunque bien podríamos hablar de que todas ella son cortas, Los secretos de la mamá grande y Cien años de soledad, como los Buendía, llamados todos sus hombres José Arcadio o Aureliano, y sus mujeres Úrsula, Amaranta, Remedios, Rebeca y Rebeca la bella.

En la novela existen diferentes tipos de personajes, como los femeninos, mujeres sensatas ancladas en el presente que choca con los hombres soñadores, idealistas y alejados del día a día, "La pareja dispareja", como es el caso de José Arcadio y Úrsula. El escritor utiliza la estrategia de la exageración para construir los personajes femeninos. Por otra parte, está el personaje lector, como es el caso de Aureliano. En la novela es relevante el acto de lectura y la presencia de personajes históricos cercanos al autor. Al final, el lector se encuentra con algunos reales que son conocidos del autor, como Álvaro Cepeda o el grupo de Barranquilla. Es hora de que el pueblo comience a tener una mejor configuración de las cosas, y también se pretende construir una iglesia.

Los macondinos empiezan a extrañarse de esta considerada nueva fase. En el tercer ciclo Macondo se transforma aceleradamente, aunque esta abundancia que conlleva también es causa de injusticias, contradicciones, desesperanza y olvido. Entra en el pueblo capital extranjero de la bananera. Las viviendas, aunque mejores, dice el autor que son "gallineros electrificados". También comienzan los problemas, las huelgas, aunque siempre se dijo "aquí nunca pasó nada". A los macondinos se los lleva el desencanto y el olvido. Y en la última parte de esta fase de la novela, Macondo se suma a la decadencia una vez desaparecida la bananera. Se produce el declive del pueblo y sus habitantes ven cómo se destruye por la fuerza del viento como castigo a la infidelidad y deseos carnales de sus pobladores. Duró cuatro años, once meses y dos días... y Macondo quedó reducido, como en La hojarasca, Cien años de soledad. También se relata cómo la hierba mala crece en las casas.

En la novela se cuenta la historia de Macondo a través de la familia Buendía. El autor la construyó sobre ciclos que se entrelazan incorporando una serie de espacios, personajes, situaciones e incluso escritores, algunos de ellos reales y otros ficticios que Gabo ha traído de otras novelas. Cien años de soledad es considerada por lectores, críticos y editores la obra más importante de Márquez. Está construida en cuatro episodios (uno mítico, otro fantástico y dos históricos).

En el ciclo mítico, el último, se describe cómo Macondo va desapareciendo y la historia de la familia se va cerrando. Las hipérboles son constantes en la obra: personajes exagerados, Úrsula, que vive más de cien años, así como repeticiones con los nombres (Arcadios y Aurelianos). "Mientras los Aurelianos eran retraídos pero de mentalidad lúcida".

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