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Alberto Campa suma Etiopía al mapa de sus viajes: "Ha sido una sorpresa"

"Es una zona fértil y próspera, no te lo imaginas", destaca el aventurero, aficionado a la fotografía, que lleva más de doscientos países visitados

Alberto Campa rodeado de niños. A. CAMPA

En pleno mes de septiembre, un hombre blanco caminaba a pleno sol etíope llamando la atención de los locales y, a su vez, fijándose en todo lo que le rodeaba. Parece mentira, pues Alberto Campa ya no tiene casi sitio en el mapa para poner picas. Después de superar los 200 países visitados, a sus 52 años de edad, su mes en el Cuerno de África supuso un gran descubrimiento: "Parece mentira, pero te sorprende. Es un país fértil, próspero, la gente te recibe muy bien. Hay una mayoría católica, menos en la zona cercana a Somalia. No te lo imaginas", relata Campa, emocionado.

Mirando los varios miles de fotografías que ha traído como testimonio de su paso por allí, se le nota la emoción. Recuerda pasear entre castillos y palacios, los de Gondar, "una ciudad muy europea". También por Aksum, con sus obeliscos.

"La gente piensa que se trata de un país muy desfavorecido, pero, mayoritariamente, no. No ves esas imágenes de hambrunas", resume el explorador. El contraste lo vivió cuando se desplazó a otras zonas próximas, Yibuti y Somalilán (región al oeste de Somalia). Allí, la realidad era algo más compleja. "Al ser zonas de mayoría musulmana hay que tener más precaución", apunta.

Y es que, según apunta, Etiopía le resultó un país tranquilo: "La gente es muy buena, te acogen muy bien. Como mucho, puedes tener un mínimo problema en un mercado con algún robo".

Campa, en sus viajes, siempre está pegado a la calle; no en vano, se impone una estricta regla de gasto de unos ocho euros diarios. Esto le lleva a comer con lo mínimo, "se puede hacer con un euro", recalca. Además, se desplaza "en furgonetas repletas de gente" y muchos días incluso opta por dormir en la calle o donde bien pueda.

Para él, merece la pena. De esta manera consigue alargar sus recorridos hasta un mes entero, haciendo el viaje con solo 300 euros, más el vuelo. "El objetivo es conocer lo máximo posible", destaca.

Tras exponer sus experiencias en un recorrido fotográfico, al que acudieron muchos curiosos, ya prepara su siguiente viaje. Algo que no resulta fácil al llevar tanto recorrido. "Básicamente, me quedan países como Irak, Irán, Siria y Yemen, donde la seguridad está muy complicada en los últimos tiempos. Tengo que buscar el momento en el que se relaje la cosa", subraya. Por eso, seguramente, para su próxima aventura optará por visitar regiones desconocidas de países en los que ya ha estado.

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