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Los vecinos del Cristo presentan un plan para la plaza de toros fiel al proyecto inicial de 1888

El diseño mantiene la esencia del de Juan Miguel de la Guardia y prevé otra altura del graderío, una cubierta fija y un aforo de 8.000 personas

El cierre del recinto visto desde dentro con otra altura de gradas.

Los vecinos del Cristo quieren ser partícipes de la futura transformación del barrio y que sus ideas sean tenidas en cuenta por las distintas administraciones a la hora de desarrollar la estrategia que servirá para devolverle la vida a una zona de la ciudad que se ha quedado huérfana desde el cierre del viejo hospital. La asociación vecinal del Cristo-Buenavista ha elaborado un proyecto para la plaza de toros que se va a presentar antes de que finalice el plazo de alegaciones al plan especial de ordenación de los terrenos del entorno del antiguo gigante sanitario. La propuesta que manejan los vecinos es convertir el coso taurino en un recinto multiusos que albergue desde conciertos hasta pruebas deportivas pasando por espectáculos culturales y otro tipo de actividades. El diseño vecinal se basa en el proyecto de Juan Miguel de la Guardia y Ceinos el arquitecto y urbanista que en 1888 dibujó la futura plaza de toros de Oviedo, que abrió sus puertas once años después.

La asociación de vecinos del barrio considera que respetar las bases del proyecto inicial de Juan Miguel de la Guardia es una forma de superar las barreras de protección que limitan las actuaciones a realizar en el recinto taurino, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC). "La plaza de toros tiene categoría de monumento histórico y está protegida por las administraciones, una situación a la que a veces se agarran para mantener paralizada una infraestructura que puede ser uno de los impulsos para el barrio. Si se mantiene la base del proyecto inicial, se pueden salvar todas esas prohibiciones y avanzar en la remodelación", señala Ramón del Fresno, presidente de la asociación vecinal del Cristo-Buenavista.

El proyecto que los vecinos van a presentar se basa en la recuperación de la segunda altura del graderío -que desapareció durante la Guerra Civil y nunca volvió a levantarse- y en el cierre del recinto con una cúpula fija que permita la entrada de la luz. "La cubierta no puede ser móvil para que no ocurra lo que pasó con la visera del Calatrava, que nunca funcionó. Sería una cúpula bonita y funcional", explica Del Fresno, que incluso ya le ha puesto nombre al "multiusos" que proponen para el barrio: "El Cristo Arena".

Según los cálculos de los vecinos, el recinto que proponen tendría cabida para entre 6.000 y 8.000 personas, en función del tipo de actividad o espectáculo que se desarrolle en su interior. "Solo si se aprovecha el espacio que está detrás de la barrera, el callejón, ya se ganarían unas quinientas plazas. Calculamos que las gradas puedan dar cabida a unas seis mil, Además, en algunos espectáculos también se puede utilizar parte de lo que ahora es el propio ruedo, donde se podrían meter hasta mil quinientas personas más", señala el presidente vecinal.

El boceto de los vecinos contempla además que los aledaños de la plaza de toros se conviertan "en un parque bien cuidado". En la entrada del recinto multiusos habría además dos grandes zonas de jardines formando las siglas del "Cristo Arena". El recinto polivalente que proponen desde la asociación vecinal "estaría al lado de otro recinto ferial expositivo, que no ganadero, y cerca de las instalaciones de la antigua Residencia Sanitaria, donde tendrían que colocar la Ciudad de la Justicia y las nuevas dependencias de la Policía Nacional.

El Ayuntamiento de Oviedo cuenta desde 2013 -cuando era alcalde el popular Agustín Iglesias Caunedo- con un plan diseñado por el arquitecto Ignacio Ruiz Allen para transformar la plaza en una cubierta multiusos. Ese proyecto no se pudo llevar a cabo porque fue rechazado por los responsables de Patrimonio a finales de ese mismo año.

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