Los vecinos de la céntrica calle Fermín Canella tuvieron el corazón en un puño durante unos minutos al mediodía de ayer. La salida de abundante humo por la ventana de una vivienda llevó a los residentes a llamar a los bomberos. Tanto estos como la Policía Local acudieron rápidamente al lugar y una vez en la vivienda afectada detectaron que se trataba de una olla que los inquilinos habían dejado al fuego más tiempo de la cuenta.

El suceso fue más escandaloso que grave. Cuando los bomberos llegaron al lugar las llamas ya estaban sofocadas. Su labor se centró en ventilar la vivienda y tranquilizar al vecindario. Mientras tanto, la Policía Local, ayudada por algunos efectivos de los bomberos, acordonaron la zona y cortaron parcialmente el paso hasta descartar posibles riesgos a causa de las llamas.

Este tipo de salidas son muy habituales según fuentes de Seguridad Ciudadana. Por ello, las autoridades recomiendan extremar la atención y revisar las veces que haga falta la cocina para evitar que los fogones se queden encendidos. Esta es, explican, "la única fórmula existente y efectiva contra los despistes".