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El Ayuntamiento de Oviedo estudia poner radares en las aceras para controlar los patinetes eléctricos

Los peatones exigen limitar la velocidad del vehículo de moda para compartir espacio con sus usuarios l Seguridad Ciudadana buscará "un consenso"

Un joven cruzando un paso de peatones con un patinete eléctrico en la calle Federico García Lorca. LNE

El Ayuntamiento de Oviedo estudiará la posibilidad de poner radares específicos para controlar la velocidad de los patinetes eléctricos si finalmente se permite la circulación de los mismos por las aceras. La campaña informativa sobre la normativa de este tipo de vehículos aprobada recientemente por la DGT y que deberá ser desarrollada por una ordenanza municipal que podría estar lista en tres meses, ha permitido al Consistorio pulsar las opiniones tanto de usuarios de patinetes como de peatones y su objetivo ahora es buscar soluciones que contenten a todos.

Tanto la Policía Local como el concejal de Seguridad Ciudadana, el popular José Ramón Pando, están recibiendo en los últimos días numerosas propuestas que el Ayuntamiento está dispuesto a evaluar con criterios técnicos y ponderando los intereses de las partes. Uno de los principales debates es la delimitación de los espacios en los que estará permitido utilizar los patinetes. A este respecto, los usuarios son contrarios a compartir espacio con los coches y se decantan por las aceras.

El principal problema es que la DGT fija en seis kilómetros por hora (más o menos la velocidad media de los peatones al caminar) la velocidad máxima permitida en las aceras. El problema no es tanto por el límite de velocidad, sino por las dificultades que encontrarían la Policía Local para controlar su cumplimiento.

Tráfico recomienda medir la velocidad de los patinetes con el cuentakilómetros de los vehículos municipales, pero los agentes no ven viable esta posibilidad y la alternativa que se baraja es establecer radares específicos para controlar que los dueños de los patinetes no sobrepasan la velocidad permitida. "De momento es la única solución que se nos ocurre, pero precisamos una larga reflexión", apunta Prado, a quien un vecino de 72 años con problemas de corazón se dirigió personalmente para pedirle por favor que se le permita circular por las aceras. "Me dijo que iba a visitar todos los días a su hermano y suplicó que permitamos circular por las aceras a cambio de comprometerse a no superar los seis kilómetros por hora", indica el concejal.

Al debate de la velocidad se suman otros dos temas controvertidos. El Ayuntamiento duda si establecer la obligatoriedad del casco o bien establecer una normativa similar a la de las bicicletas, para las cuales solo se exige este complemento a los menores de edad. Asimismo, también hay diferentes opiniones respecto a si los patinetes podrán circular por las calles peatonales. "Hay que estudiarlo, pero si hay bicis creemos que al menos por algunas deberían poder circular", apunta el concejal.

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