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Domingo de llenazo en Oviedo para las compras navideñas

Los comerciantes aprecian "más gente que otros años" gracias a las luces y la programación, pero echan en falta "más alegría en el gasto"

La calle Palacio Valdés, ayer por la tarde llena de gente. MIKI LÓPEZ

Las calles del centro de Oviedo sirvieron ayer de cauce para riadas de gente con motivo de una jornada dominical en la que las grandes superficies y buena parte del comercio local abrió sus puertas para fomentar las compras navideñas. Los comerciantes vienen apreciando "más gente que otros años" en la ciudad, a su juicio, gracias a los cambios en la iluminación navideña y las actividades programadas por el Ayuntamiento, aunque echaron en falta "más alegría" de los clientes a la hora de gastar.

La presencia de gente en las calles comenzó a ser multitudinaria desde las once de la mañana. El mercado del Fontán y los puestos del Campillín fueron las primeras zonas en abarrotarse de gente. El inicio de las recepciones de Aliatar hizo luego que la plaza de la Catedral estuviese muy concurrida y al mediodía, cuando confluyeron los finales de las misas de las parroquias del centro y la hora del vermú desataron una de las horas puntas del llenazo.

Tanto antes como después de comer, Uría se convirtió en el epicentro de las compras con las calles comerciales cercanas como viales de mucho tránsito a lo largo de todo el día. En el centro, el pequeño comercio lamentó que la mayor afluencia de gente no se tradujera en grandes ventas. "El consumo en el pequeño comercio no está siendo el esperando me comentan", indicó la presidenta de los comerciantes del Oviedo Antiguo, Sandra Sutil.

De todos modos, los más pesimistas tampoco lo ven todo perdido. Esperan que las jornadas previas a la Nochevieja y los preparativos de la noche de Reyes otorguen alguna jornada gloriosa de ventas. "Lo primero es que haya gente y eso al menos lo tenemos", coinciden en señalar varios comerciantes del corazón de la ciudad, contentos con la apuesta municipal de reforzar la iluminación navideña en la zona comercial y convertir el Campo San Francisco en referente de la actividad infantil.

El sol, un aliado

En la hostelería el balance es también bueno. Los locales del centro de la ciudad se llenaron para la hora del vermú y la gran mayoría de los comedores estuvieron repletos para los distintos turnos. El buen tiempo, señalan los empresarios, fue sin duda el principal reclamo para que la gente saliera de sus casas el domingo, a pesar de las bajas temperaturas.

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