Se veía venir y ocurrió. La implantación del nuevo sistema informático de gestión de las actividades deportivas que dependen del Ayuntamiento provocó ayer el caos en los centros municipales -sobre todo en las piscinas- y generó colas que en algunos casos llegaron a superar las siete horas de espera. A las seis de la mañana ya había personas a las puertas de algunas de las instalaciones para intentar no perder su plaza y poder seguir realizando los cursillos o las actividades que llevan desarrollando desde septiembre. No en vano, la puesta en marcha del nuevo programa, que se estrenó ayer, obliga a todos los usuarios a volver a registrarse de forma presencial en las piscinas y polideportivos y no respeta a aquellos que ya lo hicieron tras el verano, que corren el riesgo de no poder mantener los mismos horarios o incluso de perder la plaza si alguien se inscribe antes. Con esa premisa por delante, el lío estaba casi cantado.

A lo largo de toda la mañana, las colas echaban humo. "Esto es una vergüenza. Llevo cuatro años seguidos en un curso de natación y ahora podría quedarme sin la plaza. En el año 2020, con todas las facilidades que ofrece internet, no se puede permitir que tengamos que estar aquí haciendo cola como si fuésemos ganado", explica Manuel Jesús Jambrina, que ayer estaba esperando para reinscribirse en las piscinas del Oeste. Había llegado poco antes de las nueve de la mañana y a la una menos cuarto aún tenía treinta personas por delante. "La gente está muy cabreada porque nunca se había visto algo así. Yo vengo a inscribir a mis dos hijos de cuatro y nueve años, que ya tienen sus cursillos asignados y nosotros hemos organizado el año en función de sus horarios, como la mayoría de las familias que están aquí ", dice Manuel Jesús Jambrina, que también hizo cola ayer en las piscinas del Oeste.

Otra de las que madrugó fue Carmen Canel. "Nos mandaron venir a las nueve de la mañana, pero ya habían abierto las puertas a las siete. Las colas salían incluso por fuera de las instalaciones. Lo han organizado fatal", sostiene. Miguel Ángel Calleja también es de la misma opinión. "Ha habido una falta de previsión y mucha desorganización. Hay tecnología de sobra para hacer las cosas de otra forma y no presencialmente, sobre todo teniendo en cuenta las fechas en las que estamos y que hay mucha gente que trabaja o que está fuera de Oviedo", afirma.

Los principales problemas se generaron en las piscinas del Oeste -el Ayuntamiento llegó incluso a reforzar personal a media mañana para realizar las inscripciones-, pero también hubo colas interminables en La Corredoria o en Teatinos, entre otras dependencias municipales. "Mi madre es una persona mayor y nada porque tiene problemas de espalda. Aún así ha estado en la cola desde las ocho y media de la mañana hasta las tres de la tarde en el polideportivo Jorge Egocheaga. Cuando se fue aún había un montón de gente esperando", explica Paula Canero.

Críticas de la oposición

Algunos usuarios también se quejaron por el aumento de las tasas y por la desaparición de algunos cursos en concreto. "Hasta ahora pagaba 15 euros mensuales por el cursillo de natación del crío y ahora me han cobrado 25", explicaba Marcos Antonio Fernández mostrando los recibos al finalizar el trámite. La subida de las tarifas y el "recorte" de algunos servicios también han tenido respuesta política. "A las colas de esta jornada hay que sumar los recortes en horarios de actividades y cupos máximos para participar en las mismas. Es un recorte en toda regla que merma el derecho a la salud y a la práctica deportiva de la ciudadanía", dice la concejala de Somos Anabel Santiago.

La edil responsable del área de Deportes, Conchita Méndez (PP), volvió a reconocer ayer el trastorno que ha provocado la implantación del nuevo sistema informático, aunque le quitó hierro al asunto e insistió en que el nuevo programa sólo va a traer consigo mejoras. "No creo que hubiesen hecho falta colas desde las seis de la mañana porque hay plazas. Además, en función de la demanda podremos ir abriendo nuevos grupos si fuese necesario. En Vallobín, por ejemplo, ya hemos puesto otro grupo de gimnasia de mantenimiento al ver la demanda que hubo esta mañana", señala.

Méndez también respondió a las críticas por la supresión de algunas de las actividades. "Se han quitado las clases que sólo se daban un día a la semana porque los cursos deben de ser al menos de dos días para que sean efectivos, según dicen los técnicos. Antes había días en los que las piscinas se convertían en ludotecas y eso no puede ser", afirma. "En las clases de padel, por ejemplo, había ocho personas por pista cada hora y ahora habrá cuatro. Creemos que ahora el que pague recibirá una formación adecuada", añade.