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Un detenido por destrozarle la cara a un joven en un local del Antiguo en Nochevieja

La víctima recibió unos veinte puntos de sutura tras sufrir fuertes golpes sin que, según la Policía Nacional, hubiese armas blancas de por medio

Vista general del casco antiguo desde el martillo de Santa Ana. MIKI LÓPEZ

Una pelea en una discoteca del casco antiguo durante una fiesta de Nochevieja se saldó con un detenido y un herido con destrozos en la cara que precisaron de cerca de veinte puntos, y, según fuentes cercanas al caso, de una intervención quirúrgica. Ambos, agresor y lesionado, rondan los veinte años.

Hacia las cinco de la mañana se enzarzaron en una pelea por motivos que no han trascendido y uno de los porteros de seguridad del local, en la calle del Peso, retuvo al que presuntamente asestó los golpes en el rostro al otro joven. La policía le detuvo minutos después a la vez que el lesionado recibía primeros auxilios de los servicios médicos. Pese a la naturaleza de las lesiones, abiertas y sangrantes, a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía no les consta que se usara una arma blanca o similar.

La agresión es la segunda del mismo tipo que ocurre en Oviedo en un periodo de diez días. El 21 de diciembre, un hombre recibió 32 puntos de sutura en la cabeza a consecuencia del impacto recibido por un objeto que otro joven le lanzó en un bar de la calle Altamirano, también en el casco antiguo, hacia las cinco de la mañana. Las cámaras de vigilancia captaron todo lo sucedido en una grabación que está siendo revisada por la Policía con el objetivo de arrojar luz sobre el caso. Las primeras investigaciones apuntan a que el agresor habría estampado un vaso o una botella en la cabeza de la víctima, provocándole un traumatismo craneoencefálico y heridas de consideración.

Las lagunas de la víctima le impiden corroborar esa hipótesis. "Tras recibir el primer puñetazo me puse en cuclillas y me tapé la cabeza con los brazos, pero no sé qué utilizó para golpearme", señaló entonces acerca de un presunto agresor al que aseguraba no conocer. "Ni sé quién es ni me gustaría saberlo", comentó.

Lo que parece estar descartado en ambos casos, el de Nochevieja y el del 21 de diciembre, es que detrás de las agresiones en realidad hubiese una segunda intención como el robo. A priori, se pueden desvincular ambos sucesos de otros producidos recientemente en la zona del Fontán y en el propio casco antiguo perpetrados por grupos de jóvenes con el objetivo de sustraer dinero y objetos de valor de manera aleatoria a las personas que caminaban en solitario de madrugada por algunas de las calles más transitadas los fines de semana y las fiestas.

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