Las obras toman actualmente la Catedral de Oviedo. A la restauración iniciada de manera progresiva desde el pasado octubre en tres de los retablos de la girola se suman ahora las actuaciones en los dos retablos restantes. Ayer fue el restaurador Pablo Klett el que inició su encargo en la capilla de San Bartolomé y en los próximos días será Jesús Puras quien se pondrá manos a la obra en la de San Andrés. De manera paralela, la próxima semana comenzará la restauración de la capilla de los Vigiles, a cargo de la empresa palentina Valuarte, adjudicataria del contrato.
Fue a comienzos de octubre cuando la Catedral empezó a recuperar el esplendor de su girola. La restauradora Natalia Díaz-Ordóñez se encargó entonces del lavado de cara del retablo de San Pablo, presupuestado en 51.000 euros. Unas semanas después, Paula Sánchez Ablanedo inició las mejoras en el retablo de la Transfixión con una partida presupuestaria de 48.000 euros y seis meses de plazo de ejecución. Ya a mediados de noviembre, Luis Suárez Saro se subió al andamio para empezar a sacar brillo al retablo de San Pedro.
Todas estas actuaciones suponen en principio el remate del plan director ideado en 1995 y redactado un año después para acometer un largo cronograma de obras de rehabilitación. Dicho plan ha supuesto inversiones de seis millones de euros en el último cuarto de siglo en varios rincones de la Catedral. Sin embargo, la intención del Cabildo es ampliar los trabajos a una actuación adicional consistente en la reparación de los ventanales góticos del costado Sur y el crucero.
Entre los arreglos de la girola, obra ejecutada por José Bernardo de la Meana en el siglo XVIII, y la capilla de los Vigiles, promovida por el canónigo Juan Vigil de Quiñones en la primera mitad del siglo XVII, la inversión asciende a 590.000 euros financiados por el plan en el que participan la Iglesia, el Estado y el Gobierno del Principado de Asturias.
Finalización en verano
El deán, Benito Gallego, confía en tener todos los trabajos en marcha culminados para el verano. "Estamos en obras por todos los rincones", comenta con humor, satisfecho por ver cómo los proyectos programados desde hace un cuarto de siglo van saliendo poco a poco adelante. "Ahora estamos buscando financiación para los ventanales", subraya sobre las cuestiones pendientes.
El objetivo de todas las actuaciones puestas en marcha es limpiar y recuperar el esplendor de las obras manteniendo su diseño original. De todos modos, la mayoría de los trabajos se centran en puntos situados fuera de la nave central, lo que permite continuar con la actividad diaria de San Salvador con total normalidad.
