La Policía Local asistió y calmó ayer a una chica de 15 años residente en un piso tutelado del Campillín tras sufrir un brote psicótico y amenazar con autolesionarse. Al parecer, había roto un objeto de cristal, por lo que los trabajadores del centro llamaron a las fuerzas de seguridad cuando la vieron con dos cristales de grandes dimensiones en las manos. Cuatro patrullas acudieron de inmediato, hacia las 16.00 horas, sembrando la alarma entre vecinos y transeúntes, que vieron cómo los agentes estacionaban los vehículos en la calle Arzobispo Guisasola y corrían hacia el portal.

Dos agentes dialogaron con ella en una habitación hasta que uno de ellos se quedó con la joven a solas para tranquilizarla y convencerla de que depusiese su actitud. Finalmente, fue trasladada al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) en un coche patrulla al negarse a ir en ambulancia. A falta de un examen médico, tenía un corte superficial en el cuello y sufría alteraciones psicológicas.

En alguna ocasión se han producido altercados en hogares tutelados de menores que el Principado tiene en Oviedo y que han requerido una intervención policial y de los servicios sanitarios. Por ejemplo, hace tres años se produjo un motín en Sograndio con el lanzamiento de objetos a los trabajadores que supuso que un menor y un vigilante resultasen heridos. Tres internos, de un total de cinco que se encontraban en el taller de mecánica, arrojaron violentamente las herramientas que se utilizaban en clase hasta herir a dos personas.