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BERSY CORTEZ | Profesora y bailarina de salsa

"Me ha sorprendido el nivel de la gente bailando en Asturias"

"Soy feminista de las antiguas, creo que tenemos que trabajar para que la gente nos respete en vez de culpar a los hombres"

La bailarina venezolana Bersy Cortez, en Las Caldas. F. RODRÍGUEZ

La bailarina de salsa Bersy Cortez, nacida en Caracas en 1987 y residente en Málaga desde hace 13 años, es una de las profesoras del Congreso Norte Latino que se celebra este fin de semana en Las Caldas. Reclamada a lo largo y ancho de todo el mundo -tiene congresos todos los fines de semana del año- la de Oviedo es su única cita en España en toda la temporada.

- ¿Qué tal en Oviedo?

-Me ha sorprendido, primero porque para ser relativamente pequeño lo tienen todo muy bien organizado, con muy buena calidad y en un sitio estupendo. Es mi primera vez en Asturias y quiero volver.

- ¿Hay diferencia con el sur?

-El clima hace muchísimo. En el sur les encanta estar de fiesta. Son más latinos en ese aspecto. Pero me ha sorprendido el nivel de la gente bailando aquí. Hasta la gente mayor baila técnicamente bien. Anoche bailé con varios hombres de cincuenta y muchos a sesenta años y bailaban muy bien. En Málaga eso no pasa. La gente que baila está entre los veinte y poco más de los cuarenta.

- ¿Ha evolucionado el baile latino en España desde que llegó?

-Cuando llegué hace 13 años no fui muy bien recibida por los bailarines. La salsa es muy amplia, hay muchas ramas, y por entonces cada uno se dedicaba a una rama y nadie mezclaba. Y yo venía de poner una música cubana, bailar el estilo de Puerto Rico, mezclarlo con un afro, yo era un "mix", y no me aceptaban. Al principio me costó mucho.

- ¿Se adelantó a su tiempo?

-Sí. Yo vivía en otra época, porque ahora hay mucha fusión, se lleva mucho. También es cierto que, aunque a los bailarines no les gustaba, a la gente en los bailes sociales sí les gustaba verme bailar de esa manera.

- Hoy en día eso está superado, ¿no?

-Sí, yo he luchado muchísimo. Porque soy feminista, pero no de las modernas sino de las antiguas. Creo que las mujeres tenemos que trabajar para que la gente nos respete. Pero hoy, en vez de trabajar, le echamos la culpa a los hombres de todo lo que pasa. No, levántate, trabaja y haz que los hombres reconozcan lo buena que eres. Yo lo veo de esa manera. Siempre he luchado para no ser la pareja de baile de alguien sino que me conozcan por mí.

- Usted viaja por todo el mundo. El baile latino está en auge.

-Sí. Yo tengo alumnas en China desde hace cinco años, muy fieles, que se mueven de tal manera que si les pones la cabeza de una negra te lo crees. Aprovechan las clases y son muy trabajadores. Eso se nota.

- ¿Cómo llegó a la salsa?

-Yo vengo de una familia muy pobre, y no podía dar clases privadas. Comencé a bailar por error. Yo cantaba y tocaba la percusión. Había que hacer una actividad extraescolar, vi una que se llamaba Folclor y pensé que era música. Cuando llegué el primer día estaban las niñas vestidas de ballet. Entonces, quise cambiar de actividad pero me dijeron que tenía que esperar un mes. El siguiente día ya no era de ballet sino de un musical en homenaje a Celia Cruz, que me impactó muchísimo. Esa fue mi primera clase de salsa y, a partir de ahí, en un año bailé de todo. Yo no pensaba dedicarme a esto. Llegué a estudiar ingeniería de comunicaciones y agente de aduanas.

- ¿Y cómo llegó a España?

-En Venezuela gané un concurso y un chico me invitó a venir. Pero en Barajas, un policía me llevó a un calabozo donde estuve tres días hasta que me devolvieron a mi país. Pero ya tenía metido en la cabeza que quería vivir aquí. Regresé con una carta de invitación. En Málaga fui a casa de una pareja y empecé a trabajar dando clases, bailando y de camarera. En un mes ya estaba viviendo sola. Desde la primera semana sabía que quería vivir en Málaga para toda la vida. Soy más malagueña que nadie. Estoy casada allí desde hace 9 años.

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Segunda Jornada del Congreso Norte Latino en Las Caldas

La salsa, el baile de las mil caras nacido en el Bronx

La salsa, quizá el baile estrella del Congreso Norte Latino, es un caleidoscopio de ritmos y formas, y tiene un concepto tan amplio que todavía siguen abiertas algunas controversias sobre su estilo. A pesar de su condición cien por cien latina, la salsa como tal -al menos la denominación- nació en el Bronx neoyorquino en los años setenta del siglo pasado. Sus movimientos y su rica variedad de ritmos y pasos hacen que este baile enganche a bailarines a lo largo y lo ancho del mundo. Hay toda una cultura en torno al baile latino que la salsa ha contribuido a hacer crecer desde que se abrió paso en los países latinoamericanos y, desde ellos, a otras latitudes que parecían impensables hasta hace bien poco tiempo, como el este de Asia.

La bachata, de mal vista a patrimonio de la humanidad

La bachata nació en los suburbios de la República Dominicana. Desde sus orígenes y durante muchos años tanto la música como el baile estaban mal vistos en aquel país, donde solo sonaba en los bajos fondos. Con el tiempo, sin embargo, fueron interpretándolo cada vez más cantantes y paso a paso empezó a considerarse como música del pueblo, con una raíz con la que se identificaban cada vez más dominicanos. Hasta que llegó un momento en que se convirtió en una seña de identidad del país, de donde viajó por todo el mundo con un éxito cada vez más arrollador. La culminación de este éxito internacional llegó hace unos pocos días cuando el baile fue declarado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco

La kizomba, una fusión de ritmos que se abre paso

La kizomba es un ritmo originario de Cabo Verde que mezcla esencias africanas con ritmos de ascendencia anglosajona, y cuyo baile tiene ciertas similitudes con el tango argentino, hasta el punto de que, según el director del Congreso Norte Latino, Jonathan Eguín, "mucha gente que ve la kizomba por primera vez y no conoce el ritmo, lo llega a confundir con el tango". Pero basta profundizar un poco para darse cuenta de que es un baile con su propio carácter y sus propios atractivos. Hasta hace nada, la kizomba era el gran desconocido de los bailes latinos -aunque técnicamente no sea latino tiene la misma ascendencia-, pero en los últimos años se está abriendo paso con fuerza, porque tiene la virtud de gustar por igual a jóvenes y mayores.

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