Dos semana después de la apertura del plazo de inscripciones, sólo 134 de las 376 actividades deportivas que oferta el Ayuntamiento de Oviedo en los distintos polideportivos municipales están a cien por cien de ocupación. Según los datos que maneja la concejal del área, la popular Conchita Martínez, menos de un tercio de las disciplinas -un total de 102- tienen entre el 25 y el 75 por ciento de las plazas ocupadas y 81 de las actividades no llegan a cubrir ni el 25 por ciento de su oferta. En algunas de las clases -dependiendo del horario y de la disciplina- no hay ninguna persona apuntada y en otros muchos los inscritos no pasan de cinco.
Los datos que ofrece el Ayuntamiento son un clavo al que agarrarse para los usuarios de las instalaciones deportivas municipales que no están de acuerdo con los cambios que se han llevado a cabo en Oviedo a raíz de la entrada en vigor del nuevo contrato para el desarrollo de las actividades deportivas y de tiempo libre. Los críticos se quejan de que el Ayuntamiento ha recortado algunas actividades con mucha demanda mientras que hay otras en las que sobran plazas.
Una de las medidas más polémicas es la decisión de haber dejado en sólo dos días a la semana algunas disciplinas antes se impartirán en tres. La concejal de Deportes asegura que "las condiciones óptimas para que las cosas funcionen como es debido pasan porque los cursos sean de dos días", pero los usuarios consideran que el Consistorio debería reconsiderar las cosas. "Se ha pagado mucho por el nuevo contrato de Deportes y no se ofrece el servicio que demandan los ciudadanos. Si hay gente que quiere ir tres días a una clase que está llena deberían tenerlo en cuenta y sacar los medios de otras en las que no hay nadie", asegura Enrique Sierra, una de las personas que estuvo ayer en la Plaza del Ayuntamiento para participar en una concentración de protesta "contra los recortes y las subidas de precio" de las actividades deportivas.
Ángela González, que acude a clases de gimnasia de mantenimiento en el polideportivo de Pumarín, también asistió a la cita. "Llevamos treinta años asistiendo a clase tres días a la semana y ahora nos han quitado los viernes. Tengo 70 años y no me dejan hacer deporte, parece que nos quieren ver tirados en el sofá", asegura. Ricardo Rodríguez, otro usuario de Pumarín, se queja de los precios. "Antes teníamos tres días a la semana y pagábamos cincuenta euros cada trimestre. Ahora tenemos dos y nos cobran doce al mes. Las cuentas no nos salen", asegura. Ana Gama también está muy cabreada. "No entendemos la decisión y llevaremos estas protestas hasta donde haga falta porque queremos hacer deporte", explicaba agarrada a una pancarta.
