La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Destrozan y queman el radar de Santullano

Desmontan, cortan y prenden fuego de madrugada a la caja del cinemómetro del tramo urbano de la "Y" en Oviedo, uno de los puntos que más multas ponían de toda la ciudad

Destrozan y queman el radar de Santullano

Se recrudece la lucha del contribuyente ovetense contra las sanciones de tráfico. Después de la batalla legal de Samuel Morán para probar ante Tráfico la ilegalidad del radar de La Bolgachina, ahora anulado y con un procedimiento iniciado por la administración para devolver las multas de los últimos cuatro años, los restos de lo que parece otro combate, en este caso alejado de los cauces legales, se dejaban ver ayer en la entrada de la "Y" en Oviedo. El temido radar de Santullano, uno de los que más multas ponía, en una larga recta limitada a 50 kilómetros por hora, había desaparecido. No por casualidad ni accidente. Alguien o algunos se tomaron la molestia de desmontarlo, cortarlo, rociarlo con gasolina y prenderle fuego en la madrugada del jueves.

Fuentes de la Policía Local confirmaron a este periódico que los agentes acudieron a la zona a la 1.45 horas de la noche del jueves al viernes. La caja que guarda el cinemómetro se encontraba tirada en el suelo, y aunque ya no había fuego, desprendía un fuerte olor a combustible.

La persona o grupo que perpetró el ataque al poste del radar de Santullano se tomó a conciencia su trabajo. En el lugar encontraron unos alicates, para cortar cables, y se comprobó que se habían desmontado meticulosamente las tuercas que anclaban el dispositivo a su base. Después del destrozo, según lo que apreciaron los agentes, acabaron prendiendo fuego al equipo.

La Policía Local dio aviso al centro de control, donde ya se ha pedido que repongan el dispositivo a la mayor brevedad posible. El radar de Santullano, el que más multas emitía en toda la ciudad según los últimos informes, ya había sido objeto de polémica hacía tres años, Fue entonces cuando el abogado ovetense Luis Moreno logró que hasta cuatro sentencias declararan que el dispositivo era ilegal.

En aquella pelea con la administración, Moreno no ponía en tela de juicio la fiabilidad del aparato que disparaba la multa, el cinemómetro, sino la caja en la que iba instalado, a la que, sostenía le faltaban las homologaciones que permiten concluir que las mediciones para multar a los vehículos son correctas.

Aunque se habla del "radar de Santullano", en realidad hay menos radares fijos que cajas que los contienen. Lo que hace la Policía Local es rotar por los cajetines fijos que hay en la ciudad los equipos que captan la velocidad a la que pasan los coches, disparan la foto a los que superan la velocidad permitida y envían la sanción al centro de control de Tráfico de la Policía Local.

Compartir el artículo

stats