Javier Espejo, representante de Comisiones Obreras (CC OO) en la fábrica de armas de Trubia, fue elegido ayer presidente del comité intercentros de Santa Bárbara. Además, por lo que se refiere a la planta trubieca, también pasan a formar parte de este organismo Alipio González (UGT), que figura como secretario, y un representante de la Central Sindical de Izquierdas (CSI) y de CSIF, respectivamente.

De 46 años de edad, calderero de profesión y en Santa Bárbara desde hace una década, Espejo también es coordinador general de Izquierda Unida (IU) en Castrillón. Ayer, a las pocas hora de ser elegido, el nuevo presidente del comité intercentros abogaba por la discreción a la hora de valorar la situación del contrato del 8x8. Reconoce que la ruptura del acuerdo inicial por parte de Defensa ha generado "inquietud" en la plantilla, pero, al igual que la dirección de la filial de General Dynamics, considera que la batalla por este encargo "no está perdida". "Tenemos que remar todos en la misma dirección", asegura Espejo, que aguarda a una próxima reunión monográfica con la cúpula de la compañía sobre el encargo del blindado para entrar en mayores detalles.

Lo que sí quiere dejar claro Espejo es que, pese a la fuerte implantación de Trubia, el nuevo comité intercentros va a trabajar igual para todas las factorías de la compañía. "Garantizar un empleo de calidad y el rejuvenecimiento de la plantilla" son dos de los principales objetivos que se marca.

El comité viene solicitando de manera recurrente a la dirección de la compañía que ponga en marcha un plan para rejuvenecer la plantilla de Trubia, a la vista de la elevada edad media del conjunto de trabajadores de la planta. Además, las centrales sindicales también han trasladado a la dirección su preocupación ante la "situación de interinidad de numeroso personal" de las fábricas del grupo, contratadas a través de empresas de trabajo temporal, y por el "exceso de externalización de algunos procesos de producción".

El convenio colectivo que acaba de recibir el visto bueno de los trabajadores recoge que la empresa se compromete a aplicar la jubilación parcial anticipada, con el correspondiente contrato-relevo, a todos los trabajadores que cumplan 61 años de edad y que así lo pidan de forma expresa. Estarían en disposición de beneficiarse de esta medida un centenar de operarios.