La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Campo estrenará un nuevo aguaducho dotado con servicios higiénicos y almacén

El gobierno municipal diseña ya el equipamiento que sustituirá al actual bar y espera a las directrices de Patrimonio para decidir los materiales

El Campo estrenará un nuevo aguaducho dotado con servicios higiénicos y almacén

El gobierno municipal que lidera el popular Alfredo Canteli ultima ya el diseño de un nuevo aguaducho para el Campo San Francisco. Será la primera gran actuación del plan específico para la rehabilitación del principal pulmón verde de la ciudad que pretenden impulsar el PP y Cs tras las obras de adecentamiento que se llevaron a cabo durante el segundo semestre del año pasado, centradas, fundamentalmente, en el repintado de numerosos bancos y del quiosco de la Chucha. La intención del ejecutivo local es aprovechar la construcción del nuevo aguaducho para actualizar la concesión del equipamiento, que depende del Ayuntamiento.

Además, si no hay retrasos, en este primer trimestre del año arrancarán los esperados trabajos de rehabilitación del kiosco de la música del Bombé. La actuación quedó pendiente del anterior mandato municipal.

El aguaducho que sustituirá al actual, que está muy deteriorado y con evidentes carencias, será mayor, con algo más de 35 metros cuadrados de superficie total. La zona destinada a bar ocupará 11,81 metros cuadrados. Además, en la parte trasera se han proyectado un aseo de 4,5 metros cuadrados y un almacén de 7,54 metros cuadrados.

Los materiales de la nueva construcción no están decididos aún, por cuanto el proyecto está supeditado a las exigencias que marque la Dirección General de Patrimonio del Principado debido a que el Campo es un espacio protegido. Lo que sí garantizan las fuentes municipales consultadas es que la construcción quedará integrada "a la perfección" en la zona.

La historia del aguaducho se remonta al mes de julio de 1958. Entonces, según relata el periodista Adolfo Casaprima en el libro "El Campo de los hombres buenos", el alcalde, Valentín Masip, y el edil delegado de jardines, Luis Riera, deciden ampliar la oferta hostelera del recinto. Consultados los hosteleros más reconocidos de la ciudad, el Consistorio decidió llevar adelante el plan presentado por José Ramón Menéndez Díaz, consistente en la instalación de dos aguaduchos con terraza. Ambos equipamientos -uno en la parte trasera de la estatua de homenaje a José Tartiere y el otro en la actual ubicación cercana al estanque de los patos- se inauguraron el 9 de agosto de ese mismo 1958. Su éxito fue instantáneo. Hasta ocho camareros se encargaban del servicio en temporada estival.

Ampliación

Andado el tiempo, en el verano de 1975, el Ayuntamiento impulsó un ambicioso proyecto para eliminar los pequeños aguaduchos de finales de los años 50 y sustituirlos por uno nuevo, de mayor tamaño y dotado de servicios higiénicos, donde el del estanque de los patos. La actuación arrancó con la retirada del equipamiento de la trasera del monumento a José Tartiere, pero fue paralizada por el Ayuntamiento de Oviedo a causa de la muerte de Franco. Nunca se llegó a recuperar.

En 1991, durante las fiestas de San Mateo, el aguaducho sufrió graves daños a causa de un incendio que, según todos los indicios, fue provocado. Las llamas destruyeron parte del bar y numerosas sillas, obligando a montar de nuevo la instalación.

La partida destinada al Campo en el presupuesto municipal asciende a 200.000 euros. El objetivo es ir actuando en los pavimentos, las fuentes y el resto del mobiliario urbano.

Compartir el artículo

stats