La Consejería de Cultura ha iniciado el expediente para la declaración de Bien de Interés Cultural de un total de cincuenta y cinco bienes muebles de la catedral de OviedoEntre los elementos hay piezas muy destacadas, como la Cruz de la Victoria y la Cruz de los Ángeles, un sinfín de retablos y dos confesionarios del siglo XVIII, uno en la capilla de San Antonio y otro en la capilla del Rey Casto. También están la sillería del coro y el Arca Santa.
Esto no quiere decir en ningún caso que todas estas piezas, de importante relevancia en el templo, no gozasen hasta ahora de protección alguna. La catedral de Oviedo fue declarada Monumento Histórico Artístico mediante decreto del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes el 3 de junio de 1931 y desde 1985 el templo goza de la consideración de Bien de Interés Cultural. En 1998 la Cámara Santa fue incluida en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, como parte de la arquitectura prerrománica asturiana. El resto de la Catedral se incluyó en el mismo listado en 2015 al ser un elemento vinculado muy estrechamente al Camino de Santiago. Años antes, en 2009 el Principado de Asturias había delimitado el entorno de protección de la Catedral para evitar desmanes urbanísticos. Un ejemplo de la protección del espacio que rodea el templo fue la retirada en diciembre de 2017 de la terraza de uno de los restaurantes de la calle Gascona. La cercanía del establecimiento al templo obligó a eliminar la terraza.
"Todo lo que hay en el listado ya está protegido", aclara el deán de la Catedral, Benito Gallego, que ve con buenos ojos, "será bueno", el procedimiento que acaba de iniciar la Consejería de Cultura del Principado. Entre los elementos propuestos para ser declarados Bien de Interés Cultural están cinco retablos que han sido o están siendo restaurados dentro del plan director de la Catedral. De todas estas obras, que se han prolongado durante dos décadas, "siempre han tenido conocimiento, y se les ha informado de todo, los servicios de Patrimonio del Principado", subraya Gallego. El deán considera que "quieren declararlos BIC porque están dentro de la Catedral", pero insiste en que por esa misma razón, por estar dentro de un edificio protegido, todas esas piezas "tienen un alto grado de protección".
Los bienes que han sido restaurados hasta el momento lo han sido con cargo al presupuesto de la Iglesia; en el momento que sean declarados BIC, la Catedral podría solicitar ayuda económica al Principado para restaurar alguna de las piezas del listado. La Administración adquiere una responsabilidad.
Otra de las consecuencias que trae la declaración como BIC influye en el traslado de las piezas. En caso de que alguno de estos elementos salga del templo cedido para alguna exposición u otro tipo de evento o celebración, ya sea en Asturias como fuera del Principado, gozaría de una protección especial. De todos modos, "cuando se envía algo fuera de la Catedral para una exposición siempre se informa al Principado", aclara el deán.
Benito Gallego insiste en que todo lo que está en el interior del templo está protegido y custodiado por la Iglesia. A partir de la finalización del expediente, cuando se apruebe la declaración como BIC de esos cincuenta y cinco bienes muebles, "la Catedral tendrá derecho a pedir al Principado ayuda para la protección, conservación y restauración de los bienes", dice Gallego, que concluye que la decisión de Cultura le parece "un paso positivo".
