La Fiscalía solicita 18 años y medio de prisión para un acusado de hacerse pasar durante años por policía de Oviedo, tras conseguir uniformes y material del cuerpo, y cometer varios robos en pisos gracias a la confianza que daba su supuesta profesión. Los robos cometidos por el delincuente se remontan, según la fiscalía, al año 2016. Desde entonces el implicado venía haciéndose pasar por agente del cuerpo de la Policía Local de Oviedo.

En la apariencia de esta profesión, el acusado usó con normalidad y habitualidad en su vida diaria, así como en sus relaciones con familiares y amigos, el uniforme propio de este cuerpo policial, vistiendo polos de magas larga y corto reglamentarios, pantalones y chalecos reglamentarios con los correspondientes números identificativos profesionales en los mismos, así como también grilletes, llaves de grilletes, porras, emisora oficial, linterna, una pistola que resultó ser de aire comprimido, entre otros muchos efectos.

Para hacerse con todo este material el acusado se valió de la amistad que le unía con un agente de la Policía Local de Oviedo. La fiscalía considera cierto que ese amigo "no tuvo conocimiento ni participación alguna" en lo sucedido. En sus visitas al agente fue consiguiendo hacerse con diferente material y equipamientos de la Policía Local de Oviedo, "bien directamente las prendas que distintos agentes dejaban apoyadas sobre una mesa o silla, bien valiéndose de las llaves de taquilla que algunos agentes dejaban momentáneamente sobre una silla o mesa y con las que conseguía abrir sus respectivas taquillas o bien accediendo directamente al sótano de la planta menos 1, donde cogía los uniformes que tiraban los agentes al contenedor cuando ya estaban inservibles", expone la Fiscalía.

En sus tropelías el detenido utilizaba el nombre ficticio de Alejandro o Alex y fue así, simulando ser policía, como conoció en febrero de 2016 a una ovetense, a cuyo domicilio acudió interesándose por una actuación policial que tuvo lugar en su casa unos pocos días antes. Se ganó la confianza de la víctima y acabó entablando con ella una relación sentimental. Durante esta relación, que terminó en agosto del año 2017, el acusado, aprovechándose de momentos en los que ella no estaba en casa se apropió de diversos objetos y joyas -en una ocasión por valor de 10.000 euros- y dinero, al menos en una ocasión 2.500 euros.

Gracias a ella conoció a otras personas de su familia, algunas de las cuales también sufrieron robos en sus domicilios. A una tía carnal de su novia, por ejemplo, le llevó joyas por valor de 60.000 euros.

La fiscalía entiende que se trata de diversos delitos de estaba, robo, usurpación de función pública, entre otros, por lo que pide una pena de 18,5 años de cárcel para el acusado.