El Campo San Francisco fue ayer escenario de un gran consenso contra la brutalidad. Representantes de las tres administraciones -Estado, Principado y Ayuntamiento- no dudaron en participar juntos en un acto para conmemorar el Día Internacional de las Víctimas del Holocausto nazi, especialmente remarcado en esta ocasión por cumplirse 75 años de la entrada de los soldados soviéticos en el tristemente famoso campo de concentración donde murieron alrededor de millón y medio de personas, de las que unas 960.000 eran judíos.

La delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa; el presidente del Principado, el también socialista Adrián Barbón, y el alcalde de Oviedo, el popular Alfredo Canteli, participaron junto a la comunidad judía asturiana, encabezada por Aida Oceransky, en un emotivo encuentro que tuvo como punto álgido el encendido de seis velas en recuerdo de los aproximadamente seis millones de judíos que se calcula fueron asesinados por el régimen de Adolf Hitler entre 1933 y 1945.

Los organizadores se mostraron especialmente agradecidos con la presencia del máximo dirigente del Gobierno regional. "Es un honor tener por primera vez entre nosotros al presidente del Principado", confesó Oceransky poco antes de que Barbón tomase la palabra para leer el poema "Izkor", de Abba Kovner, un combatiente partisano superviviente del nazismo.

El presidente del Gobierno regional aprovechó los prolegómenos de su lectura para calificar el nazismo como "una idea fanática" que, según explicó, "supuso destruir la democracia para luego, desde el poder, asesinar". Fanatismos ante los que "hoy en día nos seguimos vacunando a diario", señaló.

Persecución

Antes de la intervención del representante político tuvo lugar la de la propia Oceransky. La judía afincada en Oviedo recordó que era proveniente de México, adonde su familia había huido desde Ucrania para no caer en la misma desgracia que otros familiares. "Somos solo una ramita los que sobrevivimos a la persecución antisemita", indicó.

Oceransky tuvo un recuerdo para todas las víctimas del III Reich, pues, según recordó, "además de los judíos, también murieron gitanos, discapacitados, socialistas, comunistas, anarquistas y todos los que se opusieron al régimen", sostuvo para seguidamente indignarse por los motivos esgrimidos por Hitler para iniciar el Holocausto. "Mataron a gente indefensa e inocente por el simple hecho de no ser de raza aria", subrayó.

Desde la comunidad judía asturiana denuncian la existencia de una nueva corriente contra su pueblo. "Desde hace tres años está habiendo una importante ola de antisemitismo y creo que la Administración debería tomar medidas", advirtió Oceransky ante un nutrido público en el que también hubo representantes de varias fuerzas políticas, como el portavoz de Vox en la Junta, Alejandro Blanco; los ediles ovetenses Luis Pacho y Yolanda Vidal, de Ciudadanos, y las populares Covadonga Díaz y Conchita Méndez.

Seis velas

Yolanda Vidal fue una de las encargadas de encender las seis velas en recuerdo de las víctimas. Barbón, Canteli y Losa encendieron también una cada uno y las otras dos fueron cosa de Golda Fernández y Delphine Cohen, ambas en representación de la comunidad judía en el Principado de Asturias.

Todos ellos y el resto de asistentes que así lo quisieron protagonizaron otro acto simbólico. Fueron pasando uno a uno y depositando una piedra en el monolito en recuerdo de las víctimas del Holocausto situado en el céntrico parque ovetense. El gesto, explicó Oceransky, forma parte de la tradición judía de llevar piedras a los difuntos "en vez de flores como se hace aquí".

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