Utilizaba su poder de seducción y cuando tenía en el bote a sus víctimas de avanzada edad les echaba mano a sus objetos de valor y se marchaba por donde había venido. La Policía Nacional dio caza hace dos semanas a una joven de 26 años que presuntamente se dedicaba a ganarse la confianza de ancianos del centro de Oviedo con abrazos e insinuaciones sexuales para posteriormente robarles dinero, relojes o joyas.

La voz de alarma la dieron dos de las víctimas de la supuesta delincuente. El primero de los denunciantes fue un hombre al que la chica abrazó en plena calle y tras una conversación subidita de tono le quitó el reloj sin que ni siquiera se diese cuenta. El robo no tendría importancia de no ser porque el objeto está valorado, según la Policía en 6.000 euros.

En el otro episodio imputado a la detenida, la puesta en escena fue más elaborada. Tras una conversación íntima logró ganarse la confianza de un anciano que vive solo para limpiarle la casa a cambio de una cantidad de dinero. La joven acudió a la vivienda junto a otra compañera y entre ambas despistaron al señor para llevarse 600 euros del cajón de la mesita de su habitación.

Antecedentes

La acusada había sido detenida previamente por cometer delitos similares en Gijón. Una vez arrestada fue puesta a disposición judicial y tras prestar declaración ante el juez quedó en libertad con cargos a la espera de la celebración de la vista oral del juicio, cuya fecha todavía no ha sido fijada.