El hombre acusado de homicidio imprudente por provocar la muerte al motorista de 41 años Ovidio Sánchez en Santa Marina de Piedramuelle en 2018 tras arrollarle con su coche apeló ayer a su falta de intencionalidad para pedir la libre absolución frente a los dos años y medio de cárcel que reclama la Fiscalía y los cuatro solicitados por la acusación particular. "En ningún momento lo tuve en mi campo de visión", se defendió el varón.

El conductor aseguró que circulaba en sentido Oviedo cuando procedió a girar a la izquierda para desviarse hacia San Claudio. "Señalicé la maniobra y giré al ver que no venía nadie por el otro lado", declaró, asegurando que en ese momento circulaba a una velocidad "entre 20 y 30 kilómetros por hora". Sin embargo, cuando se quiso dar cuenta tuvo lugar el siniestro que provocó la muerte al motorista. "Escuché un fuerte ruido y luego vino el golpe", relató.

Posteriormente, el ocupante del turismo se bajó del vehículo y se encontró con el motorista tirado en el suelo. Una vecina de la zona, que declaró ayer en calidad de testigo, contó que, en el momento del suceso, el conductor repitió varias veces: "¡Vaya cómo venía!", en referencia a la velocidad de la moto.

El procesado, sin embargo, no aludió ayer en ningún momento a esta posibilidad. Se limitó a decir que cumplió todos los pasos pertinentes para efectuar el giro. "Señalicé la maniobra y no paré porque creí que no venía nadie y en esa zona no hay un stop ni nada que lo indique", explicó ante el magistrado del Juzgado de lo penal número 2 de Oviedo.

Por la sala pasaron también los agentes de la Guardia Civil de Tráfico que participaron en las investigaciones. Los encargados de las pesquisas señalaron que las características del siniestro impedían calcular la velocidad a la que circulaba la moto cuando impactó con el turismo que invadió su carril, pero sí dejaron claro que en la zona hay suficiente visibilidad para poder haber impedido el impacto.

Además de la petición de cárcel, la Fiscalía solicita indemnizaciones para la viuda, los padres y un hermano del motorista. En total, el ministerio público reclama más de 277.000 euros para los cuatro allegados del fallecido Ovidio Sánchez.

Las partes intentaron sin éxito alcanzar un acuerdo para evitar la celebración de la vista. El juicio quedó visto para sentencia después de que la Fiscalía se ratificara en su petición una vez escuchados los testimonios del acusado y los diferentes testigos que comparecieron ante la sala.