Rubén Morán es "un atleta frustrado" convertido en organizador de eventos deportivos. Tras una primera experiencia fallida como emprendedor, fue carnicero y camionero hasta que en uno de sus viajes a los países nórdicos se le encendió la bombilla. Allí descubrió el auge de las carreras extremas y en 2013 quiso trasladar el modelo a su Ciudad Rodrigo (Salamanca) natal. El éxito conseguido le llevó a crear la Farinato Race, un circuito nacional de carreras extremas que el próximo fin de semana llega por primera vez a Oviedo para iniciar una temporada de ocho pruebas repartidas por toda España.
-¿Por qué tiene tanto éxito la Farinato?
-Es la primera marca nacional de carreras extremas que salió. Ahora se van sumando muchos más, pero fuimos pioneros en organizar una prueba deportiva reconocible. Para los atletas, la Farinato es la Farinato con todas sus consecuencias. Se trata de un reto físico y psicológico que lleva al límite a los participantes durante el recorrido y al éxtasis cuando por fin llegan a la meta.
-¿Cómo decidieron traer la carrera a Oviedo?
-Estuvimos cinco años con un trato excepcional en Gijón, pero con muchas críticas entre los vecinos de la zona del parque de los Pericones. En 2014 ya habíamos tanteado Oviedo antes que Gijón y teníamos la espinita clavada de venir a una ciudad cultural como esta. Este año, por fin, se reunieron las condiciones para poder hacer la carrera en Oviedo y estamos encantados con la colaboración del Ayuntamiento.
-La oposición y los ecologistas ya han criticado la elección de la falda del Naranco como escenario.
-Hay gente que aprovecha eventos como este para llamar la atención. Los que hoy critican quizás estén dentro de cuatro años colaborando con nosotros para organizar la prueba.
-¿Dañará la Farinato al Naranco?
-No generamos erosión ninguna y el movimiento de tierras que critican es incluso beneficioso para oxigenar la tierra del monte. La única contaminación que generamos es visual. Si todo va bien, en un plazo de veinte o veinticinco días la zona volverá a la situación original.
-¿Esperan mucha participación?
-El cambio de sede se está notando en principio para peor, no obstante, confiamos en congregar entre 1.500 y 1.800 participantes. El 40 por ciento de los participantes viene de fuera de Asturias y esperamos que muchos se animen en los últimos días.
-¿Pretenden organizar más ediciones en la ciudad?
-La idea es consolidar la carrera y, en caso de que Parques y Jardines determine que es inviable hacerla en el Naranco, trabajaremos para buscar otra ubicación.
-¿Cuánto tiempo llevarán los preparativos?
-Son cuatro días. Llevamos tres meses estudiando el recorrido, y si todo va según lo previsto, comenzaremos los trabajos el miércoles a primera hora de la mañana.
-¿Tiene la Farinato mucho público?
-El ruido que generamos provoca que la gente se acerque a vernos. El atletismo suele ser aburrido. Las subidas de cuerdas de seis metros o las trincheras de barro son pruebas muy espectaculares que gustan al público. Hay gente que viene de otras regiones solo para verlo.
-¿Es una cita para todos los públicos?
-Hay gente que viene todo el fin de semana. El sábado participan en la prueba dirigida a familias y el domingo toman parte de la competición absoluta. Es un buen plan para toda la familia.
-¿Hay que estar muy preparado para competir?
-El objetivo es llegar a meta. Ahora hay mucha gente que hace crossfit y está preparada para hacer la Farinato. Cualquiera con un tren superior un poco trabajado y que venga con la mente limpia puede terminar el recorrido. Es cuestión de actitud.
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