"Me ataron las manos a la espalda, las piernas, me taparon la boca y me pusieron boca abajo". Es el testimonio de la empleada del hogar del piso asaltado el 10 de diciembre de 2015 en la avenida de Lisboa, en el barrio de Teatinos, por cuatro hombres que agredieron al dueño y se llevaron 51.000 euros en efectivo de la vivienda. La mujer sostuvo que, tanto ella como los propietarios de la casa, fueron inmovilizados mientras los delincuentes se llevaban su botín.

La trabajadora fue una de las testigos llamadas a declarar ayer por la mañana en el juicio cuya última sesión tendrá lugar mañana. En la jornada de ayer, la asistenta rememoró cómo los hombres llegaron a la vivienda y esperaron a los propietarios para asaltarlos y amenazarlos. "Dijeron que sabían dónde estaban sus hijos para amedrentarlos", explicó ante la sala.

Por la sección segunda de la Audiencia Provincial pasó también el hijo del empresario agredido, quien ratificó las sospechas que llevaron a la acusación particular a sentar en el banquillo a un constructor conocido de la familia. "Desde 2008 no trabajaba con nosotros y unos meses antes del robo retomó contactos para un supuesto negocio, pero lo utilizó para hacer muchas preguntas personales sobre mi padre", indicó el testigo.

La acusación particular sospecha que el empresario pudo haber orquestado el robo en colaboración con el exasesor financiero Víctor Mallada, fallecido en prisión en 2019, donde cumplía condena por otros delitos. Las víctimas insisten en que el constructor conocía los planos de la vivienda y los asaltantes fueron directamente a por la caja fuerte. Sabían dónde estaba.

También declaró el hombre que Víctor Mallada utilizó para alquilar un piso en el mismo bloque de viviendas para, supuestamente, preparar el golpe. El testigo dijo que se enteró de que el alquiler estaba a su nombre cuando ya estaba avanzada la investigación. Por su parte, el dueño del piso alquilado indicó que, si bien había cobrado el alquiler durante varios meses, cuando empezaron los impagos se percató de que los consumos de luz y agua eran nulos.

Las investigaciones apuntan a que se trataba de un piso franco para preparar el robo. Los asaltantes habrían estudiado con tiempo la manera de acceder a la vivienda del asaltado. Para ello trucaron el ascensor, que únicamente daba acceso al piso del empresario y una vez allí le esperaron para golpearle violentamente y forzarlo a entrar en la casa.

En total, son cinco los acusados. La Fiscalía acusó a un delincuente común al quien se le encontraron en su vivienda varias joyas sustraídas durante el asalto. Asimismo, el ministerio público sentó en el banquillo a la pareja de esta por un supuesto delito de encubrimiento. Por su parte, la acusación particular solicitó la imputación de otros tres individuos, el constructor señalado por la familia y otros dos hombres que fueron detenidos en su día por protagonizar un asalto similar a un empresario de León.

Pruebas periciales

La vista continúa hoy a partir de las diez y media de la mañana. A la misma están citados a declarar varios peritos cuyo testimonio resulta relevante, pues fueron los encargados de recoger huellas en su visita a la vivienda. Se trata de la cuarta sesión de un juicio que comenzó el mes pasado con los testimonios de los cinco acusados y las víctimas en las dos primeras jornadas.