La mayoría de los alumnos del colegio Nazaret oyeron hablar por primera vez de la Brigada Central de Salvamento Minero a raíz de su participación en el rescate del cuerpo del pequeño Julen -el niño de dos años que falleció tras caer a un pozo en Totalán (Málaga)-, pero pocos sabían que este cuerpo de "superhéroes" lleva más de un siglo jugándose la vida en situaciones desesperadas para salvar la de los demás. Ayer pudieron conocer más a fondo a sus integrantes y enterarse de todas sus hazañas durante la visita que algunos de los miembros de la brigada realizaron al centro para participar en la décima edición de sus Encuentros culturales. Los niños se quedaron con la boca abierta al verlos en acción.

Pero antes de salir al patio, donde los brigadistas les mostraron a los alumnos sus instrumentos de trabajo y realizaron diferentes simulacros de rescate, tanto de altura como de interior, los niños asistieron a una charla en la que aprendieron que el cuerpo sigue siendo todo un referente a nivel internacional a pesar de que la minería asturiana está en las últimas. "En la mina cada vez hay menos actividad y las condiciones de seguridad son mayores. Por suerte ya casi no tenemos que intervenir para rescatar a nuestros compañeros, pero actuamos en rescates a nivel internacional y formamos a otros cuerpos de seguridad con nuestras técnicas, que se vienen perfeccionando desde hace más de cien años", explica Antonio Ortega, el actual responsable de la Brigada Central de Salvamento Minero.

Ortega siempre había soñado con pertenecer al equipo que ahora dirige. "Soy de familia minera y entré por primera vez en un pozo a los siete años. En el año 1995, cuando fallecieron 14 trabajadores en Nicolasa, supe que mi sitio estaba en la brigada. Eso me marcó y es muy gratificante tener un trabajo en el que se salvan vidas", afirma. Los mineros brigadistas les explicaron a los niños que entrenan a diario para estar preparados en caso de emergencia y ganarle la partida a los derrumbes o a las explosiones de grisú.

Durante la jornada de ayer también estuvieron en el colegio Francisco Argüeso, catedrático de Matemática Aplicada de la Universidad de Oviedo, y la cuentacuentos Nuria García.