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Antes plaza que carretera

La nueva propuesta para Santullano da más protagonismo al gran parque ante la iglesia y al uso público de la nave de Sánchez del Río que al tráfico rodado, afirman los autores

Recreación del parque que se generaría ante Santullano. LNE

"No se trataba de meter los coches dentro, se trataba de crear un gran parque alrededor de Santullano, una gran plaza pública, exterior e interior, con la nave de Sánchez del Río como corazón principal de la propuesta, un sitio que irradia al resto de la Fábrica de la Vega, al resto de la ciudad y a todo el área metropolitana".

Los arquitectos Alfredo Antuña y Daniel Villanueva (VA Arquitectos) se pisan la palabra uno al otro tratando de explicar la idea fuerte que preside el nuevo plan de Santullano que lanzaron la semana pasada junto al Ayuntamiento. Pasados nueve días desde que se pudieron ver las primeras imágenes de su propuesta, el área de Infraestructuras y Urbanismo y los arquitectos consideran necesario matizar algunos aspectos de su idea y aclarar detalles que calmen las polémicas desatadas por la entrada de vehículos dentro de la fábrica de armas.

El miércoles, Antuña y Villanueva ya trasladaron esta idea de la primacía del espacio público, de lo que ellos definen como "intercambiador social", frente a la de una autopista por dentro de una fábrica, al decano del colegio de arquitectos, Alfonso Torre, y a su segundo, José Ramón Puerto. Lo hicieron, precisamente, mientras una veintena de colegas pertenecientes al grupo de urbanismo y al grupo de patrimonio de Oviedo se reunían en el colegio. La idea inicial era que los autores de la nueva propuesta pasaran por allí, pero Antuña y Villanueva prefirieron, dado el estadio tan inicial del plan, trasladar su visión al decanato. En la reunión del grupo de urbanismo hubo principalmente críticas, por la forma de trasladar la propuesta, por el "daño" que provoca a la profesión según manifestaron algunos, y por lo precipitado de plantear soluciones sobre terrenos pendientes de catalogación y que no son propios al Ayuntamiento. Ni el grupo ni el colegio, no obstante, emitieron ayer ningún comunicado, aunque se espera que haya un informe a la Junta colegial en los próximos días.

Para combatir la polémica y, precisamente, los equívocos, Daniel Villanueva y Alfredo Antuña quieren dejar claro que la idea original suya y del Ayuntamiento no era llevar una calle por la nave. "No era eso lo que buscábamos, sino crear un gran parque. Y ahí encontramos la nave de Sánchez del Río como una gran plaza cubierta de uso público, que se tendrá que ordenar cuando llegue su momento, porque por ahora es de Defensa", razonan.

Los coches llegan después. Antes, siguen, la idea es pensar en la nave como "un corazón de cara al futuro desde donde se irradia a la antigua fábrica con los usos que vaya a tener, un espacio que pensamos como si fuera un intercambiador social donde sucedan muchas cosas, donde haya aparcamientos de bicicletas, coches eléctricos, desde donde salgan buses eléctricos al resto de la ciudad, incluso líneas turísticas. Y por donde también pasan vehículos, que serán los que vienen a las ciudades para los próximos años, sin ruidos ni contaminación".

Aunque la idea de los coches es, recalcan, secundaria o gregaria a la principal del gran espacio público, Villanueva y Antuña defiende también que "el gesto de pasar los vehículos es justamente lo que realza el exterior y el interior, ayuda a interrelacionar uno y otro ámbito y a que convivan más cosas". Todo reposa en otro concepto, "humanizar la escala industrial de la nave", con sus 165 metros de largo y sus 12 metros de alto de máximo. "Allí queremos que convivan todo tipo de transportes a distinta escala, y el coche no lo vemos como algo negativo, sino como un elemento que da vida a la plaza y ayuda al intercambio social. Hay que pensar qué tipo de coches van a llegar ahí y cómo. No es una autopista, es una calle urbana, con un firme especial, adoquinado, en el que hemos pensado incluso en sistemas para amortiguar el ruido".

En resumen, concluyen, la idea fuerte es "la gran plaza pública, muy luminosa, con su invernadero interior, parecido a la madrileña estación de Atocha, donde también lleguen y salgan distintas unidades de movilidad y donde se conviva". La plaza es lo primero y lo segundo es el parque que genera, cómo se pone en relación con Santullano. "El coche es la idea que viene después, añadida, para favorecer esa interrelación y esa característica de filtro de entrada y salida de vocación metropolitana".

Mapa:

Antes y después:

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