El hombre de unos treinta años acusado de espiar con el móvil a cinco menores de edad en las duchas del vestuario del Florida Arena en agosto de 2018 aceptó esta mañana una condena a un año y ocho meses de prisión, así como a indemnizar a las víctimas.

La Fiscalía solicitaba para el procesado tres años de cárcel, así como una multa de 6.000 euros y mil euros para cada una de las cinco menores. Su defensa, a cargo del letrado Juan Arnaldo, negoció en los últimos días con la acusación, alcanzando un acuerdo por el cual la condena se queda en 20 meses. "Creo en la inocencia de mi cliente, pero tengo que evitar que entre en la cárcel", apuntó respecto a un acusado que carece de antecedentes penales.

El ya condenado pagó por adelantado parte de las cantidades reclamadas por las víctimas. Ello, unido al reconocimiento de los hechos propició una rebaja respecto a la petición inicial y la suspensión de la ejecución de la condena para que no tenga que entrar en la cárcel.