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"Ortiga" o la verbena 4.0

Manuel González llega a Oviedo con un proyecto en el que combina la esencia de la cumbia con el autotune

"Ortiga" o la verbena 4.0

Manuel González, "Chicho", viaja con su caja de ritmos, un sampler, una guitarra y un teclado. Con eso se convierte en "Ortiga", el proyecto personal de este chaval de Santiago de Compostela que esta noche llega a Oviedo dentro de los directos Vibra Mahou. Estará en la sala Estilo (Joaquina Bobela, 8; 21.30 horas) junto a sus amigos de "Novedades Carminha".

Chicho es algo así como el padre del cumbiatune, mezcla de cumbia y autotune, un renovador de la música verbenera en el mejor sentido de la palabra. Es gallego y asistió, como todos, a mucha fiesta de prao. Escuchó a muchas orquestas y se aficionó al folclore latinoamericano. Lo mezcló todo con la frescura de la juventud y con los ingredientes que su generación, crecida entre trap y reguetón, ha aportado a la música. De ahí sale un estilo propio que es de lo más divertido y loco que se puede escuchar actualmente en el panorama musical español. Su carrera arrancó con el dúo "Esteban y Manuel", una juerga que les permitió viajar por todo el país. Confiesa que en muchas de las ciudades en las que ha tocado, entre ellas Oviedo, "era la primera vez que estaba". Es deudor de las orquestas gallegas "en la actitud y la forma de pasarlo bien", pero en lo musical le influye más lo latino, las músicas de la República Dominicana. Al final vive como un gallego. "Pasándolo bien, que es lo importante", señala en tono muy positivo el músico.

Está orgulloso de hacer música dentro del imaginario de la verbena. "Es algo con lo que todo el mundo conecta porque ya puedes ser heavy o indie pero siempre te has enamorado una primera vez en el pueblo y siempre tuviste un verano con los amigos", comenta el artista rebautizado como "Ortiga" para los grandes públicos que le siguen allá donde va.

Saca pecho contra aquellos que le dicen que lo que hace es una apropiación cultural de algo anterior, "algo un poco ignorante y estúpido porque parece que copiar a los 'Beatles' mola más y tienes más derecho que si te inspiras en música de América del Sur". En los últimos dos años se ha convertido casi en un icono indie, espejo de la modernidad, y le hace gracia porque él es un chaval de Santiago que hasta que empezó a triunfar no había viajado y que asegura que le inspira más "un día en el pueblo que cinco semanas en Barcelona".

Vivir de la música

En esos dos años ha logrado vivir de la música y se siente "un privilegiado". Es cierto que no necesita mucho, "un piso de alquiler con una habitación para poder montar mis cosas y tocar, y poder comer, que eso sí que me gusta, por eso en Asturias es uno de los sitios donde mejor me lo paso, me flipa comer y siempre que viajo busco algún restaurante increíble para comer a fuego".

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