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Botas para andar en familia | Por tierras de Boal

La montaña, en modo auténtico

La sierra de Penouta ofrece un itinerario plagado de vistas espectaculares que combinan costa con paisajes de interior

Un tramo de la senda. A. A.

La sierra de Penouta es un cordal situado sobre el pueblo de Boal, de dirección norte-sur, cuya altitud máxima es el Pico Penouta de 901 metros, donde se asienta uno de los mayores campo tumulares de Asturias. Geológicamente está formada por pizarras y destaca una zona de granitos. En ella hubo una explotación de wolframio hasta mediados del siglo XX. La vegetación es de pastos, alternando con pinares.

El recorrido parte del Alto de Penouta, donde sale una pista asfaltada, en dirección norte, desde donde se ven varios molinos de viento. A los pocos metros aparece una pista a la derecha, en cuyo inicio hay varios paneles informativos. Justo enfrente del cartel que informa sobre el Penedo Aballón, al otro lado de la carretera, se ven unos pequeños montículos, que son algunos de los túmulos que hay en la sierra.

La sierra por la que transita la pista, es ondulada de suaves pendientes, donde el monte bajo alterna con pequeñas zonas verdosas. En las laderas se asientan plantaciones de pinos.

La pista asfaltada lleva hacia el campo eólico través de una zona, en ligera ascensión, pasando junto a los restos de los antiguos edificios que tenía Televisión Española. De ese modo se llega al pico Penouta, limite de los concejos del Franco y Boal.

Al finalizar la pista aparece una enorme estructura totalmente llena de antenas de telecomunicaciones, que choca un poco con el paisaje. Justo al final un cartel señala un mirador hacia la izquierda.

Es el primero del camino. Desde ese punto se divisa toda la costa occidental de Asturias y parte de la lucense hasta Foz. En días muy despejados la vista alcanza hasta el cabo de Estaca de Bares

A partir de este punto la vegetación sufre un ligero cambio y abundan los pastos. Al fondo se ve la costa de Navia. Es necesario continuar hacia el norte por las rodadas marcadas en la pradera. No sólo ha cambiado la vegetación, sino que las grandes moles graníticas del inicio de la ruta, son ahora rocas pizarrosas y silíceas.

El camino desciende ligeramente dejando a la izquierda una especie de surco que delimita un pinar. En el camino aparece un pequeño collado que marca una nueva ascensión hacia la parte superior del pinar que queda a la izquierda. Desde allí se llega al segundo mirador, el que ofrece las vistas mas espectaculares, de una belleza raramente inigualable. Se trata de una excepcional atalaya desde la que se visualizan las costas asturiana y lucense, contemplando perfectamente, Navia, El Franco y Ribadeo

Hacia el interior se ven en primer término a gran parte de los concejos de Boal y Villayón, y en días muy claros, al este las sierras del Aramo y las Ubiñas. El regreso se hace por el mismo camino por la pista, hasta llegar junto a las instalación abandonadas de Televisión Española.

Unas rodadas llevan a una pista, al lado de un pinar, donde se encuentra la señal que indica el "Penedo Aballón". Se trata de una piedra granítica de forma semiredondeada que tenia la característica de ser ondulante, formaba un conjunto con otra peña redondeada y con un pico.

La piedra fue derribada por unos vándalos en 2001 y se volvió a poner en su situación original en 2018, gracias a la iniciativa de la Sociedad de amigos de Boal, aunque la característica oscilación que presentaba no ha logrado ser sido recuperada.

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