Asturias necesita invertir unos 63 millones de euros en infraestructuras educativas, según cálculos de la Consejería. Su titular, Carmen Suárez, aportó esta cifra en la Comisión de Educación de ayer, en la que se comprometió a "no dejar atrás" la mejora de los colegios e institutos de la región. "Vamos a ver cómo entre todos podemos tirar de ello", dijo Suárez. Los partidos de la oposición aseguraron que el equipo actual ha heredado un "marrón" y lamentaron que "lo que en su día pudieron ser meras actuaciones de mantenimiento, hoy son obras de reforma". De los 63 millones, más de 50 son para la construcción de nuevos centros y el resto, 13, para reparaciones y ampliaciones.

En concreto, detalló Carmen Suárez, son 1,7 millones para cubiertas; 3,5 para obras de mejora -se incluye la accesibilidad-; 2,9 para ampliaciones; 1,7 para cubrir instalaciones deportivas; y 3,2 para realizar mejoras en instalaciones eléctricas. Todo ello está recogido en un plan, que la Administración prevé completar a lo largo de esta legislatura (cuatro años). "Hay problemas de envejecimiento de edificios, tejados, humedades, goteras, fallos en el sistema eléctrico... Pasa el tiempo y hay que invertir bastante", reconoció.

Suárez dio más datos: "A finales de diciembre, se ejecutaron obras por valor de 1,6 millones de euros, que afectaron a 40 colegios y 22 institutos". Entre las obras finalizadas, enumeró, se hicieron "rampas, ventanas y aseos accesibles en el colegio Reconquista de Cangas de Onís, obras de accesibilidad La Paloma de Castropol, puertas de acceso en el CRA de Picos de Europa...". Con respecto a los grandes proyectos, indicó que las obras de La Corredoria y Rey Pelayo de Cangas de Onís finalizarán en 2022, mientras que La Fresneda estará lista en octubre de 2020, ya que los trabajos avanzan a "buen ritmo".

La consejera de Carmen Suárez también habló durante su comparecencia de los numerosos programas educativos que desarrolla Asturias. La diputada de Podemos, Nuria Rodríguez, fue especialmente crítica con las modificaciones de última hora que Educación hizo en los contratos-programa que el pasado mes de octubre firmó con 59 centros. Uno de los cambios introducidos afectó a los beneficiarios de las aportaciones extraordinarias de dinero: mientras que antes era todo el alumnado de Primaria, ahora sólo son los estudiantes de quinto y sexto.

Esta aportación, cofinanciada por la Unión Europea, permite a los colegios desarrollar programas de éxito encaminados a reducir y prevenir el fracaso escolar, así como fortalecer la formación del profesorado para responder a la diversidad. Suárez reconoció "no consultar" a los equipos directivos este cambio, que se debió a una falta de dinero. "Lo que afeo es el procedimiento, no su afán. Este programa es más que necesario y los profesores se vuelcan con él", manifestó Nuria Rodríguez.