El contrato de casi 2.100 millones de euros para los nuevos 8x8 del Ejército español al que aspira Santa Bárbara no beneficiaría únicamente a la compañía, propietaria de la Fábrica de Armas de Trubia. La filial de General Dynamics tiene como proveedoras de sus actividades a casi 180 empresas implantadas en Asturias, buena parte de ellas pymes tecnológicas. En caso de hacerse con el encargo, algo que ahora parece tener bien encaminado con el Ministerio de Defensa, Santa Bárbara asegurará el futuro de la planta trubieca a medio plazo, con carga de trabajo para una década, y seguirá manteniendo o incrementando las importantes relaciones comerciales con el tejido empresarial de la región y con las cerca de doscientas auxiliares que suma en el Principado.
A expensas de lo que ocurra con el contrato de los nuevos blindados para el Ejército de Tierra, el número de empresas auxiliares asturianas de Santa Bárbara ya se incrementó de manera importante en el último lustro. En 2015, la propietaria de la fábrica de Trubia mantenía relaciones con 128 firmas de la región. Hoy son medio centenar más.
Santa Bárbara calcula que la adjudicación de los 8x8 le permitiría generar 375 puestos de trabajo en Trubia durante los próximos tres años. De ellos, 42 ya se incorporarían a lo largo de este 2020 en el caso de que la contratación se realice en los próximos meses. En total, la plantilla pasaría de los 563 de diciembre de 2019 a 938 en el mismo mes de 2023.
La generación de empleo por este encargo también se dejaría notar en las instalaciones que la filial española de General Dynamics tiene en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra. Allí, la previsión es que en el próximo trienio se pase de 462 a 593 puestos de trabajo.
Santa Bárbara ya fue designada contratista principal del programa del 8x8 en julio de 2019. Defensa estimaba entonces que se trataba de la única compañía española con capacidad suficiente para un encargo de última tecnología militar. La previsión era que el contrato se firmase antes de que terminara el año. Sin embargo, en vísperas de la pasada Nochebuena, Defensa emitió un comunicado en el que anunciaba que el concurso quedaba desierto y su ruptura con Santa Bárbara. La ministra Margarita Robles aseguró recientemente en el Congreso de los Diputados que en aquella primera propuesta para los blindados, la compañía incurrió en 74 incumplimientos respecto al pliego de condiciones.
El revés no amilanó a Santa Bárbara. LA NUEVA ESPAÑA ya avanzó hace semanas que la empresa estaba trabajando para presentar ante Defensa una oferta por los 8x8 sin esperar a que el Ministerio abriese la nueva licitación pública que se anunció tras la primera ruptura con la filial de General Dynamics. La propia Robles confirmó el pasado 20 de febrero en el Congreso que su departamento estudia con detalle una oferta conjunta de la propietaria de la fábrica de Trubia con Indra y Sapa -las firmas integrantes de la UTE que ultima los prototipos para este vehículo de combate- y se mostró confiada en que se pueda aprobar la propuesta "en breve".
La Ministra, con ascendencia familiar en la ciudad, fue muy explícita: "Deseo fervientemente por el bien del Ejército, de la industria militar y de Asturias que podamos reiniciar el camino lo antes posible".
La nueva oferta liderada por Santa Bárbara, según Robles, "satisface las necesidades del Ejército de Tierra" y también cumple los pliegos en lo que concierne al techo de gasto y al número de vehículos de serie. Además, se circunscribe "dentro de un marco temporal asumible y preservando las capacidades industriales nacionales". Eso sí, pese a sus preferencias, la titular de Defensa también ha dejado claro que el plan seguirá adelante en el caso de que no prospere la oferta de Santa Bárbara con Indra y Sapa. "Este programa es una prioridad para el Ministerio y se hará sí o sí", subrayó.
