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Un cumpleaños a la carta

Mari Luz Fresno celebró sus 94 años en el club Tricolor con una partida del bridge: "Es un juego muy bueno para la cabeza"

Mari Luz Fresno, rodeada por sus compañeras de juego del club de bridge. LUISMA MURIAS

"Esta es mi segunda casa". Mari Luz Fresno Aza vive en la calle Matemático Pedrayes de Oviedo, a unos pocos metros de la sede del club de bridge Tricolor, situada en la calle Cervantes. Allí acude cuatro días a la semana a practicar este juego de cartas. Ayer, además de jugar al bridge, celebraba también allí su 94º. cumpleaños. Tras jugar varias partidas -algo que nunca puede faltar- Mari Luz Fresno invitó a las integrantes del club a una cena servida por el Club de Tenis.

A sus 94 años, asegura que la práctica del Bridge le ha salvado literalmente la vida. "Va a hacer veinte años que me quedé viuda; si me hubiera quedado encerrada en casa estoy convencida de que ahora no estaría aquí", sostiene.

Su relación con este juego comenzó hace 35 años. Su marido, ingeniero de minas, era aficionado al bridge, y cuando estaba jubilado les llegó una circular del club de bridge fundado por Pepita Iglesias. "Mi marido ya sabía jugar, y decidimos apuntarnos juntos; él estudiaba el juego como si fuera a hacer el examen de ingeniería, era un entusiasta, y me enseñó mucho", relata esta vitalista mujer.

Por desgracia, su marido falleció pronto y ella se vio sola de repente. Pero la pasión por el bridge que él le había contagiado le sirvió para seguir adelante. "El bridge me sirvió para muchas cosas; me mantiene la cabeza activa a la vez que disfruto de amigas, juegos y viajes; y cada vez que tengo un problema recurro al bridge y me ayuda", sostiene Mari Luz.

Al club se apuntó ya en su refundación, a finales de 2018. Tricolor ofrece clases un día a la semana para que la gente aprenda y también para aquellas personas que jugaban y habían dejado de hacerlo refresquen sus conocimientos y pierdan el miedo a enfrentarse al juego. Ella comenzó con las clases. Desde entonces, ya no se detuvo.

Mari Luz Fresno dice que el bridge "es muy bueno para la cabeza", porque "hay que pensar en tu jugada, la que tiene tu compañera, saber hilvanar y adivinar". Y eso le sirve para estar atenta y también para ejercitar la memoria. "Se lo recomiendo a todo el mundo". dice

Y después está la parte social. "Lo tengo al lado de casa. Da igual que llueva o que nieve, yo vengo siempre", asegura. Porque en el club tiene un grupo de mujeres de varias generaciones "que son un encanto" y que fueron quienes la ayudaron a organizar la fiesta.

Con calma

A sus 94 años, tiene la cabeza bien despejada y activa, y no quiere perderse, pase lo que pase, su partida de bridge. Como juego competitivo, hay gente que se lo toma de muy distintas maneras. A ella le gusta elegir como pareja a gente que se lo tome como ella, con calma.

"Yo soy de buen compás, si quedo última o penúltima no me disgusta; pasas cosas peores en la vida y te das cuenta de que no te puedes preocupar por éstas; es un juego y está para disfrutarlo. A mí me gusta elegir a una compañera que, si nos va mal, no se enfada", concluye.

En el club imparten clases Conchita Fernández Corujedo y Beatriz Álvarez Requejo, pero no solo ellas enseñan bridge en Oviedo. "El Centro Asturiano tiene buenas profesoras", sostiene Mari Luz Fresno.

La ovetense juega en el club con un puñado de mujeres que "podrían ser hijas o nietas" y se lleva estupendamente con todas ellas. "Creo que encajé muy bien aquí", indica. A la vista está. En la jornada de ayer no hizo más que recibir besos y abrazos por su cumpleaños, que demostraban un cariño sincero de sus compañeras de juegos.

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