El movimiento feminista ya no genera consensos en el Ayuntamiento de Oviedo. A diferencia del año pasado, los grupos municipales de la corporación ovetense han sido incapaces de consensuar una declaración institucional de cara a los actos conmemorativos del Día Internacional de la Mujer que tendrán lugar el domingo. La discusión sobre "el 8 de marzo (8M)" evidenció en el pleno ordinario de ayer la crispación existente entre los diferentes espectros ideológicos del Pleno. Mientras que el gobierno culpó de la falta de consenso a PSOE y Somos por "querer politizar" el texto con apartados "improcedentes", los grupos de izquierda acusaron a PP y Cs de "pasar en un año del siglo XXI a la caverna", porque, a su juicio, "se han dejado influenciar por las políticas de Vox".

Socialistas y Somos trataron de apurar un acuerdo presentando su propuesta por la vía de urgencia, pero fue rechazada tanto por los socios de gobierno como por Vox. "Es un cajón de sastre sin hilo conductor", indicó la concejala de Igualdad, la popular Leticia González, respecto al texto alternativo, del que también dijo que tenía "claro tinte político" por hacer alusiones al gobierno de Sánchez.

Por su parte, la socialista Marisa Ponga lamentó la "cerrazón obstinada" del gobierno para lograr una declaración institucional "de consenso" y lo achacó a la influencia de la ultraderecha. "¿Tan alargada es la sombra de Vox?", se preguntó la que fuera edil responsable del área en el gobierno anterior.

Al final de la sesión, el Alcalde, el popular Alfredo Canteli, accedió a conceder la palabra "durante cinco minutos" a las representantes del movimiento feminista que asistieron como público. María Jesús Suárez, de la Asociación de Mujeres Progresistas de Oviedo, aseguró que la ciudad se ha convertido "en un ejemplo preocupante en el retroceso de los derechos d ela mujer", mientras que Mila Garzo, de Asturias Feminista, mostró su "indignación" por que la concejala de Igualdad, "canceló un día antes" una reunión que tenían programada el martes para preparar la manifestación prevista el domingo en la capital asturiana. A este respecto, Leticia González quiso aclarar que la suspensión del encuentro se debió a que el Consistorio sostiene que la organización de manifestaciones no es de su competencia.

El resto de temas tratados en el Pleno también evidenciaron las tiranteces de los bloques. PP y Cs permitieron con sus votos sacar adelante una moción de Vox en recuerdo de las víctimas del holocausto que PSOE y Somos rechazaron. El socialista Ricardo Fernández calificó la iniciativa como "un lavado de cara" de la formación ultraderechista, mientras que la portavoz de Somos, Ana Taboada, reprochó que no se extendiera a otras víctimas del nazismo como el asturiano Vicente García Riestra, recientemente fallecido. El popular Mario Arias calificó estas posturas de "intolerantes".

El ejecutivo y Vox volvieron a ponerse de acuerdo para rechazar el debate planteado por el PSOE sobre la aplicación de la Ley de Memoria Democrática, según la cual todos los ayuntamientos deben estar libres de simbología franquista a partir del próximo lunes. A este respecto, Mario Arias señaló que "se cumplirá la ley con rigor", eso sí, "cuando se conozca el alcance" de dicha norma.

De la misma forma se negó la posibilidad de debatir de urgencia una moción para exigir responsabilidades a las empresas constructoras del Corredoria Arena. El popular Gerardo Antuña aseguró que la petición de la oposición de exigir a las compañías que costeen las reparaciones del equipamiento estrenado en 2010 están a la espera de informes técnicos que "llegarán y se les serán entregados" cuando estén listos.