"La medicina debe tratar la enfermedad; no ocuparse de la salud, esa no es su misión": Lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA Antonio Sitges-Serra, exjefe de cirugía del Hospital del Mar de Barcelona, con cuarenta años de ejercicio clínico a sus espaldas, autor del libro "Si puede, no vaya al médico", editado por Debate y Libros del Zorzal", que en mes y medio ha alcanzado seis ediciones.

Sitges-Serra, que aludió a la procedencia menorquina de su apellido, tronco común que comparte con los Sitges asturianos, tal como resaltó, aseguró que la medicina, contrariamente a lo que se piensa, no es una ciencia exacta, y lo que dice el médico no tienen por qué ser verdades absolutas.

Además de criticar la mercantilización de la rama médica, el cirujano catalán abogó por gastar más dinero en "combatir el cambio climático, y menos en mamografías". Una de las críticas que el médico expresa en el libro se dirige al exceso de pruebas que a su juicio se realizan y que no siempre son en beneficio del paciente.

"Las pruebas inútiles se hacen fundamentalmente por tres motivos: por 'si acaso' se encuentra algo; por exigencia del paciente o por miedo del facultativo a errar el diagnóstico, lo que llamo medicina defensiva", recalcó. En el primer caso hizo hincapié en los millones de exploraciones innecesarias en el contexto de los cribados ya sea de cáncer (mama, tiroides, próstata) o de otros procesos como osteoporosis, estenosis carotídea, aneurismas aórticos.

"El paciente puede insistir tanto en una prueba que el médico piensa que, total, para tener un disgusto se la pido. Finalmente, el facultativo puede excederse en su solicitud y pedir un TAC en vez de una ecografía, por ejemplo, para ver todo mejor", añadió el médico. "Nuestra generación es la primera que disfruta de la esperanza de vida más larga de la historia; no queremos morir y muchas de las enfermedades que nos asustan tienen que ver con la longevidad, por ejemplo el cáncer", señaló.

Sitges-Serra fue presentado por Pere Casan, jefe del Neumología del HUCA y compañero de carrera en Barcelona, en una promoción de la que también formó parte del asturiano Martín Caicoya. Casan tuvo palabras de elogio para Sitges-Serra: "Ya de estudiante era un líder, un auténtico mosquetero".

A su modo de ver un buen médico es el que es capaz de construir un espacio de confianza con el paciente, el que conoce bien su especialidad y el que usa el sentido común y la razón para usar los innumerables recursos técnicos que tiene a su alcance. "La confianza con el paciente se logra estableciendo un contacto visual con el paciente, entablando una conversación dirigida, pero a la vez comprensiva y restringiendo al máximo las pantallas".

El autor de este nuevo best-seller de temática médica predica con el ejemplo y confesó que no pisa una consulta como paciente desde hace quince años. "Fui porque me operaron de una hernia", explicó.