A falta de una semana para que el cierre del centro comercial del Calatrava cumpla un año, los propietarios del complejo, que lo adquirieron el 31 de diciembre de 2017, mantienen sus planes para resucitar el espacio. Según sus previsiones, la remodelación del edificio debería haber comenzado en el tercer trimestre de 2019. En ese empeño le frenan, según diversas fuentes próximas a la operación, la negociación que mantienen abierta con el estudio del arquitecto valenciano Santiago Calatrava para reformar la estructura interna y externa.

RPPSE Espacio Oviedo, la sociedad dueña del centro comercial con Dilip Khullar, de Estabona Management, al frente, tiene previstos en sus planes de negocio una inversión de diez millones de euros para cambiarlo por completo. Precisamente, una de las razones esgrimidas por la nueva propiedad para cerrar el complejo eran las dificultades del diseño, con varias calles laterales y diversas islas, en vez de la estructura clásica del "malla", con un único hall central alrededor del que articular los negocios.

El detalle de los planes de reconstrucción que negocia RPPSE con el estudio del arquitecto valenciano incluye medio millón de euros en demoliciones, 4,3 millones de euros en alteraciones del espacio interno, 2,3 millones en el remate del espacio interno, 200.000 euros en ascensores y otros 200.000 euros en alteraciones externas, más una previsión de 2,3 millones de imprevistos.

Con las reformas previstas por parte de los nuevos dueños, se pretende también un cambio de contenido en el que el modelo de tiendas del sector textil que imperaba antes se cambiará por uno orientado al ocio familiar. Esa era, al menos, la previsión que tenía RPPSE en 2018, tal y como publicó en su día este periódico, y según constaba en los planes de negocio que la propiedad exhibió en diversas reuniones en Oviedo para intentar captar socios inversores.

En resumen, aquel documento planteaba buscar un operador para montar salas de cine como principal reclamo del nuevo modelo. También un gran restaurante, un pequeño espacio gastronómico y una parte destinada en la planta superior a usos vinculados a la población de trabajadores de la administración que pueblan las dos alas externas del edificio. En ese piso superior pensado para esa comunidad, se proyectan usos socio-sanitarios, gimnasios o incluso escuelas infantiles privadas. Negocios orientados, en suma, a facilitar la conciliación familiar de los trabajadores de las consejerías.

Pese a que muchos consideran que esos planes y esos documentos habían llegado a un callejón sin salida, esta misma semana diversos portavoces de la propiedad se ratificaron en esa hoja de ruta que acumula ya medio año de retraso frente a los planes iniciales de reforma planteados inicialmente.

Esas declaraciones se produjeron durante la vista del juicio que enfrenta a RPPSE con Arnicio Restauración, la firma que regenta en la actualidad el único local abierto dentro del centro comercial, un Burger King que de momento logró ganar la batalla a los propietarios y seguir abierto, aunque con serias carencias debido a los accesos que se le permite utilizar.

En la vista celebrada en el juzgado de primera instancia 5 de Oviedo, estuvo presente Dilip Khullar y el experto de la empresa JLL Augusto Arrochella, que ratificó durante la sesión que hay un proyecto para reabrir el centro comercial, pese a que la propiedad todavía no ha solicitado licencia al Ayuntamiento.

Por su parte, Luis Antuña, propietario de la franquicia del Burger King, insistió en hacer valer el contrato que tiene hasta 2036 y el pago de una indemnización de más de un millón y medio de euros. En sus conclusiones, los abogados de RPPSE admitieron el pago de una indemnización, pero propusieron 1.600 euros mensuales hasta el próximo 31 de marzo del próximo año, fecha en la que establecen el fin posible del contrato.