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PEDRO ORDIERES | Violinista, 2.º Coprincipal de la OSPA, director de la orquesta de la Universidad de Oviedo

"Es importante tener formación musical, aunque no vayas a ser profesional"

"De pequeño jugaba con los violines de mi padre, Alfonso Ordieres, y hasta los 13 años no recuerdo más que escuchar clásica"

Pedro Ordieres. I. Collín.

Pedro Ordieres, violinista y director de la orquesta de la Universidad de Oviedo, violín 2.º coprincipal de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, (OSPA), nació en Oviedo en 1979 y desde niño respiró música clásica en su casa, de la mano de su padre, el violinista y profesor del Conservatorio de Oviedo Alfonso Ordieres. Su hermano Alfonso es violinista de la Orquesta Nacional de España.

La infancia, entre música clásica. "De pequeño fui a las Escuelas Blancas y después hice el bachiller nocturno para compaginarlo con el Conservatorio. Empecé a los seis años en el Conservatorio y con 18 acabé el Superior. Desde el principio opté por el violín. Recuerdo que cuando aún era muy pequeño ya jugaba por casa con los violines de mi padre y hacía como que tocaba en una orquesta. Es lo que veía a mi alrededor. Más o menos hasta los trece años no conocí otra música que no fuese clásica. A la hora de interpretar no tengo preferencias especiales. Depende un poco de cómo me sienta ese día. A veces me apetece escuchar barroco y otras opto por algún compositor postromántico, como Strauss. Depende del estado de ánimo que tenga".

Profesor de violín con 19 años. "En 1998, con 19 años, obtuve el título de Profesor Superior de Violín con las más altas calificaciones. En 1998 me fui a estudiar a Londres consiguiendo el ingreso en el Royal College of Music en calidad de 'Scholar', (becado), donde realicé cuatro años de estudios de violín con Itzhak Rashkovsky y de dirección de orquesta con Nell Thompson. También conseguí becas de la Caja de Asturias, del Principado, de la asociación de intérpretes española (AIE) y, en dos ocasiones, del Ministerio de Educación y Cultura de España. Me cogió el 11-S en Londres haciendo las pruebas para una orquesta. Cuando me faltaban dos meses para graduarme salió una plaza en la OSPA de violín coprincipal. Me presenté, la saqué y luego tuve que volver a Inglaterra para acabar allí los estudios. No llegué a coincidir en la OSPA con mi padre y lo cierto es que nunca llegué a tocar con él ni con mi hermano Alfonso en un atril. Creo que el futuro está garantizado con mis hijos. El niño, de seis años, ya apunta maneras y ella, que es hija de mi mujer, con 14, también toca. Y luego está mi sobrina, así que no me puedo quejar".

La importancia de adquirir una formación musical. "Siempre digo que lo importante es tener una formación musical, poder disfrutar de la música, sin que eso signifique dedicarse a ella de forma profesional. De hecho, en Londres hay muchas orquestas formadas por aficinados que tocan un instrumento y tienen otras profesiones. Es un poco lo que pasa en España con los coros. Estos músicos llegan a pagar una cuota para poder sostener esas formaciones. En mi caso estoy contento de tener una plaza fija en la orquesta. Esa estabilidad laboral te permite hacer otras cosas. Puedes tener una orquesta de cámara o dedicarte a la enseñanza".

La Orquesta de la Universidad, creada por su padre. "Me siento muy orgulloso de dirigir la orquesta de la Universidad de Oviedo, un proyecto que inició mi padre en 1979 y se presentó el mismo día que yo nací. También fue la primera orquesta universitaria que se creo en España, formada por alumnos de distintas facultades. De pequeño me encantaba ir a los conciertos y a los ensayos. Luego desapareció. Yo llevaba tiempo pensando cómo reflotar aquella idea. El Rector, Santiago García Granda, apoyó la iniciativa y también el vicerrector de Extensión Universitaria, Francisco Borge. Nos pusimos manos a la obra. La orquesta tiene noventa músicos registrados, de los que tocan unos sesenta cada vez. Tenemos dos chicos de Estados Unidos y un porcentaje de alumnos del Conservatorio".

La experiencia de dirigir. "Es muy distinto dirigir y tocar. No sabría decir qué es lo que me gusta más. La responsabilidad es mayor dirigiendo pero tienes más estrés tocando. Componer, por ejemplo, no me atrae nada, no tengo talento para ello. Es bueno saber dónde están los límites de cada uno. Crear una obra me parece muy difícil".

Amplia experiencia como solista."Como solista o integrante de diversos grupos de cámara he hecho conciertos en numerosas ciudades de España e Inglaterra, participando en distintos festivales de música de cámara como el de Cuenca o Torroella de Montgri así como numerosos recitales formando dúo con el pianista Francisco Damián Hernández Díez, y como primer violín del cuarteto "ASTUR". Como músico de orquesta he sido invitado a actuar de concertino en diversas orquestas como Orquesta Sinfónica de Gijón (OSGI), La Orquesta de Avilés y la propia OSPA. Como profesor especialista he impartido clase de violín, repertorio orquestal y música de cámara en el Conservatorio Superior de Música de Asturias. También he sido invitado por orquestas jóvenes para impartir cursos, como la Joven Orquesta del Principado de Asturias (JOSPA) la de la Universidad Menéndez Pelayo de Santander o la del Reino de Aragón".

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