San Nicolás de Tellego, en Ribera de Arriba, tiene un tesoro casi desconocido: unas reliquias que se encuentran en la iglesia parroquial y cuya importancia se ha constatado en un trabajo realizado por el historiador Miguel Dongil, especializado en Historia de la Iglesia en la Edad Moderna.
La idea de poner la vista sobre el valor del relicario nació de Hilario Paz, que en 2018, cuando era párroco de San Nicolás, se puso en contacto con el historiador a través del sacerdote Juan José Tuñón Escalada, también historiador y amigo de Dongil.
Inicialmente, según explica el propio historiador, se le encomendó realizar una primera aproximación e investigación sobre el relicario y su trasfondo histórico. La idea era hacer un pequeño folleto parroquial o una pequeña publicación, "pero a la vista de la importancia histórica y de la envergadura que tomó la investigación decidimos que podía y debía publicarse en formato de libro".
Para conseguirlo, contaron con el apoyo del Ayuntamiento de Ribera de Arriba, que desde un primer momento acogió con agrado la idea. Finalmente, se publicó el libro con un prólogo de Hilario Paz García, con el título "El Relicario de Tellego (Ribera de Arriba) y la Ruta de la Catedral de Oviedo al Monsacro", que es la primera investigación y publicación de índole académica que lo rescata y muestra su potencial. El libro quiere contribuir a divulgar el valor de las reliquias. Según su autor, el relicario, "a pesar de la importancia que ha tenido a nivel histórico y espiritual, cayó en el olvido durante buena parte del siglo XX". Hasta tal punto es así que el propio Hilario Paz desconocía su existencia cuando se hizo cargo de la parroquia, y lo encontró por casualidad dentro de un mueble.
El autor del libro reside desde septiembre de 2019 en Santo Domingo como profesor de alta calificación, tras haber sido seleccionado por el Gobierno de la República Dominicana. Dongil asegura que al mencionar el hallazgo en el círculo académico y cultural de la ciudad ha visto "cómo la gente se queda sorprendida y maravillada con su realidad". Algunas reliquias -parte de ellas donadas por varios obispos de Oviedo en el siglo XVII- están relacionadas con las que se custodian desde hace muchos siglos en la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo. Ejemplo de ello es un pequeño fragmento de tela cuya procedencias se atribuye al Santo Sudario de Oviedo.
Cuenta, asimismo, con trozos de tela, huesecillos y figuras de diverso valor. El relicario sufrió un robo en los años 90 del siglo pasado, pero no se perdió del todo porque, por suerte, los ladrones no le dieron valor y en su huida fueron tirándolas por el camino, y un vecino, Joaquín Montes, las encontró y las devolvió a la parroquia al día siguiente. No obstante, se perdieron algunos elementos.
Otro aspecto importante del que se percató el historiador en la investigación fue que San Nicolás de Tellego había sido un punto de peregrinación dentro de una ruta o camino entre Oviedo y la cima del Monsacro, que acabaría cayendo en el olvido.
De ahí que el libro incida en la ruta ya en el propio título. Dongil sostiene que, "aunque la ruta de peregrinación pudiera parecer nueva, dado el absoluto olvido en el que ha caído durante muchos años, la realidad es que estamos ante un redescubrimiento de una ruta de peregrinación que existió durante varios siglos". A su juicio sería "muy emotivo que se vuelva a potenciar dicha ruta de peregrinación y se fomente su recorrido".
El autor concluye que el libro se centra en reconstruir y redescubrir la importancia histórica de la parroquia de San Nicolás de Tellego, "que conecta con las principales rutas peregrinacionales del norte peninsular, siendo el Camino de Santiago la principal de ellas". Por ello, se convierte en una fuente de consulta de extraordinario valor para quienes están interesados en la historia de la Iglesia, la religiosidad popular, el culto a las reliquias y la peregrinación.
