El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (antiguo Fomento) ya ha iniciado la redacción del proyecto para la Ronda Norte de Oviedo. Eso es, al menos, lo que asegura el Gobierno central en contestación a una pregunta por escrito formulada por la diputada popular asturiana Paloma Gázquez, interesándose por el estado en que se encuentra esta iniciativa tantas veces retrasada. La respuesta del Ejecutivo a la parlamentaria es de lo más sucinta y no ofrece información adicional alguna. "En relación con el asunto interesado, se señala que actualmente el proyecto de referencia se encuentra en fase de redacción", se limita a responder el Gobierno sobre la tramitación administrativa de la futura circunvalación de la capital de Asturias.
La última información que había transcendido respecto al proyecto de la Ronda Norte hacía referencia al estudio informativo, en el que los técnicos de la consultora adjudicataria del informe señalan que la única alternativa de trazado asumible discurre por la falda del Naranco. Es lo que también defienden el gobierno municipal y el autonómico, contra lo mantenido durante el anterior mandato por la concejalía de Urbanismo, dirigida por el ya exedil Ignacio Fernández del Páramo (Somos). Su propuesta era renunciar a la Ronda a cambio de la construcción de la vía rápida de La Pixarra, para dar salida al tráfico hacia Santa Marina de Piedramuelle, y de otro corredor similar para desembocar en la Autovía de la Industria (AS-II) a la altura de Pando.
Frente a la propuesta de Del Páramo, los técnicos que elaboraron el estudio informativo que sirve de base para la redacción del proyecto de la Ronda Norte abogan por un itinerario desde la AS-II a la autovía de Oviedo a La Espina (A-63) por la parte baja del Naranco. Para ello, parece imprescindible la construcción de un gran túnel.
De acuerdo con ese estudio, el "pinchazo" de la futura circunvalación de la ciudad en la AS-II se realizaría en Pando, concretamente a la altura del cruce con el trazado del ferrocarril Oviedo-Gijón. Para la autovía A-63, en el otro extremo del futuro trazado, la opción mejor valorada por los técnicos para entroncar con la Ronda es San Claudio. Allí proponen la construcción de un nuevo enlace en las inmediaciones del polígono industrial de la localidad, a 1,8 kilómetros de la salida de Santa Marina de Piedramuelle.
Los corredores interiores seleccionados por los técnicos de la consultora son los que discurren o bien por la falda del Naranco -al sur del Centro Asturiano y de los monumentos prerrománicos- o bien por el pasillo comprendido entre el hospital Monte Naranco y el barrio de La Florida.
En todo caso, ese estudio informativo no entra a analizar soluciones constructivas tales como la idoneidad de que el trazado quede soterrado mediante el gran túnel. Se trata de un aspecto que se debe concretar en el proyecto constructivo que, según el Gobierno central, ya se encuentra en fase de redacción.
Junto a San Claudio, el informe de referencia también analiza las opciones de Areñes y Piedramuelle como escenarios de los "pinchazos" de la futura circunvalación con la A-63, ambos con un impacto más elevado. En el caso de la AS-II, la alternativa de que la conexión en lugar de en Pando sea en La Corredoria puede darse por descartada, también por su elevada afección, mientras que la otra opción a estudio, la glorieta de Luis Oliver, presenta más problemas que las dos anteriores.
Tomando como punto de partida para la Ronda Norte el nuevo enlace de San Claudio, el corredor inicial para la futura circunvalación con un menor impacto sobre el territorio es el que pasa por las inmediaciones de La Lloral y Las Mazas. Para los tramos intermedios el itinerario que no presenta índices altos de afección en ninguno de los criterios analizados va por el "pasillo que conforma la calle Muros de Nalón en continuidad con el área comprendida entre el Hospital Monte Naranco y el entramado urbano del barrio de La Florida".
Otro corredor que resultaría factible, aunque menos favorable, sigue la falda del Naranco, al sur del Centro Asturiano, de San Miguel de Lillo y de Santa María, construcciones que están fuera del área seleccionada para llevar a cabo esta actuación.
