Podrán escasear los medios para protegerse del coronavirus, pero los asturianos suplen esas carencias con esfuerzo y solidaridad. Un claro ejemplo es el proyecto liderado por los trabajadores de una empresa de ingeniería informática ubicada en Montecerrao, que han conseguido reunir voluntarios por toda la región para fabricar pantallas protectoras elaboradas con impresoras 3D que después reparten en hospitales, centros de salud, geriátricos y otros puntos de riesgo. Hasta el día de ayer ya habían entregado más de mil y están trabajando a un ritmo de unas 250 diarias.

Por el momento, han logrado reunir unas cuarenta impresoras -todas ellas de pequeñas empresas o particulares- que funcionan sin descanso en varios puntos de Asturias para elaborar unas pantallas protectoras con único patrón: un diseño sencillo y rápido de realizar. "En algunos casos se están haciendo pantallas que tardan hasta diez horas en imprimirse, pero nosotros sacamos una cada cuarenta minutos", señala Esteban Fernández, propietario de la ingeniería Seidel y uno de los impulsores del proyecto. "Utilizamos el menor material posible. Con la impresora hacemos una diadema que va a la frente, le insertamos la pantalla de acetato y le ponemos una goma hacia atrás para sujetarla. Así de simple", añade.

Otro de los pilares básicos para mantener la cadena es la labor de los responsables de la boutique creativa Little Things, situada en El Cristo. Ellos son los que realizan el ensamblaje de todas las piezas una vez impresas. La iniciativa cuenta con el apoyo, incluso, de la Policía Nacional, cuyos agentes se prestan a repartir las pantallas. El Ayuntamiento de Oviedo también les ha ofrecido un local y materiales.