La primera fase de las obras para crear el Seminario del siglo XXI está ya prácticamente rematada. La institución dirigida por Sergio Martínez tenía previsto inaugurar el medio centenar de nuevas habitaciones construidas en el ala del edificio que sirvió como sede del colegio de la Asunción hasta 2005 a finales del próximo abril. Sin embargo, la crisis sanitaria obligará, casi con casi toda seguridad, a aplazar el estreno de una actuación que solo está "pendiente de detalles" para su culminación.

Los trabajos presupuestados en 2,18 millones de euros y acometidos por la empresa Iroca suponen un gran salto de calidad del edificio de Prao Picón para acoger aspirantes a sacerdotes. Hasta ahora, el inmueble tan solo contaba con 19 habitaciones y servicios comunes compartidos, pero, con las obras, el Seminario Metropolitano ampliará su oferta con 48 habitaciones individuales, con sus respectivos aseos y nuevos servicios comunes como gimnasio, comedor y cocina.

Desde el cese del antiguo colegio de la Asunción esa parte del inmueble, de más de 6.000 metros cuadrados de superficie, había quedado sin uso, más allá de su aprovechamiento como almacén de viejo mobiliario y objetos de los que actualmente la institución no sacaba aprovechamiento alguno.

Las obras han permitido también realizar otras mejoras, como ampliar espacios ya existentes, si bien está previsto en los años sucesivos, una vez conseguida la financiación, continuar con la transformación del resto del edificio. Los planes del Seminario pasan por el arreglo de la actual zona académica y por habilitar los espacios hasta ahora usados como residencia de estudiantes para acoger a otros religiosos que estén de paso por la ciudad.

En total, se estiman en diez millones las inversiones necesarias de las que más de dos ya se han empleado en las obras iniciadas en noviembre de 2018 y que están a punto de terminarse. Para su financiación, el Seminario precisó de un crédito bancario de tres millones de euros, con el que se pudieron cubrir con creces las mejoras contratadas.

La intención es financiar a largo plazo las obras previstas en este plan aprovechando el arrendamiento de las habitaciones dedicadas actualmente como residencia, así como aprovechando el ahorro energético derivado de las mejoras realizadas en los sistemas eléctricos y de calefacción.

La idea de transformar el Seminario surgió en 2016, pero los problemas para obtener los permisos a causa de la catalogación y la financiación demoraron el inicio de los trabajos hasta finales de 2018. Si bien el plazo inicial de la actuación era de diez meses, éste se alargó un tiempo más para atender sugerencias adicionales