Sin vida y tumbada boca abajo en salón de su casa. Así hallaron en la mañana de ayer efectivos de bomberos del Ayuntamiento de Oviedo a una vecina de 66 años a la que los vecinos de la calle Bermúdez de Castro, en la zona del Milán, habían echado en falta en los últimos días. La investigación apunta a que la mujer habría fallecido a consecuencia de unos problemas de corazón que venía arrastrando y a pesar de que su cuerpo tuvo que ser retirado con equipos de protección por precaución, en principio se descarta que fuera portadora del coronavirus.

La mujer estaba viuda y vivía sola en un piso del número 3 de la calle. Estaba jubilada del sector de lavandería y era vista a diario por muchos vecinos y empleados de una tienda cercana a la que seguía acudiendo de manera puntual casi todos los días incluso después del inicio del estado de alarma. "En los últimos dos o tres días nos dimos cuenta de que los productos que solía comprar seguían en la estantería y nos dio que pensar", admite una trabajadora de un supermercado situado justo al lado del inmueble en el que fue hallado el cadáver.

El rescate del cuerpo no fue sencillo. Los efectivos tuvieron que utilizar trajes especiales de protección ante el temor de resultar contagiados por COVID-19. Los bomberos llegaron a la vivienda al mediodía y tuvieron que hacer malabares para acceder a la vivienda desde el tejado a través de un claraboya, tomando las medidas necesarias para no caerse y con el handicap de tener que moverse con el aparatoso atuendo.

Una vez dentro hallaron a la mujer en el salón tumbada boca abajo y con algún rastro de sangre, posiblemente de alguna herida por la caída. Inmediatamente, la Policía Nacional puso en marcha una investigación. En principio, todo apunta a que la mujer murió por causas naturales, pues arrastraba problemas de salud previos, aunque fue trasladada al Instituto de Medicina Legal para que se le realizara la autopsia. "Ya venía últimamente teniendo problemas de movilidad, pero esta semana no tenía ningún síntoma del coronavirus", indican desde un vecindario apenado "Era muy buena persona y servicial", destacan los vecinos.

Este caso se suma al de otras personas mayores que viven solas halladas muertas en Oviedo en los últimos meses. El caso más llamativo fue el de dos hermanos, Alicia y de José María González Álvarez-Luengo, de 71y 67 años, respectivamente, que fueron hallados "momificados" en noviembre en su vivienda de la calle Santa Clara, donde habían fallecido cinco años antes.