Los delincuentes no le tienen ningún miedo al coronavirus y no dejan de cometer fechorías a pesar de las estrictas restricciones impuestas por las administraciones para luchar contra la pandemia. La Fiscalía del Principado de Asturias solicitó ayer al Juzgado de instrucción número 4 de Oviedo el ingreso en prisión provisional -comunicada y sin fianza- de un hombre que fue detenido como acusado de haber cometido robos en cinco lavanderías de la ciudad, unos hechos que se habrían producido entre los días 7 y 12 de este mes de abril. Los establecimientos en los que se produjeron los robos -que ascienden a un total de unos 5.000 euros- son lavanderías autoservicio en las que no hay empleados vigilando.

El ministerio público considera que el autor de los robos debe ingresar en la cárcel porque existe un alto riesgo de "reiteración delictiva" del detenido, que cuenta en su currículum con numerosos antecedentes penales, alguno de ellos computable a efectos de reincidencia por delitos contra el patrimonio. El Juzgado de instrucción número 4 de Oviedo será el que decida y emita un auto en el que se reflejará si el arrestado tiene que entrar en prisión hasta que se celebre el juicio.

El primero de los robos que se le imputan al detenido se produjo el pasado día 7 de abril. Según sostiene la Fiscalía, tuvo lugar alrededor de las nueve y cuarto de la mañana en una lavandería situada en la calle Aureliano San Román. Siempre según la versión del ministerio público, el acusado se llevó una cantidad de entre 1.300 y 1.800 euros. Al día siguiente, sobre las seis de la madrugada, el hombre entró en un establecimiento de la calle Llano Ponte y consiguió un botín de 500 euros. El tercer robo ocurrió el día 10 de abril a las ocho de la tarde. Fue en una lavandería de la avenida del Mar y el ladrón habría logrado llevarse una cantidad que ronda los 1.500 euros. Pero el arrestado no esperó mucho para volver a actuar. Solo un día después, a las nueve de la noche, el detenido forzó la puerta de otro establecimiento de este tipo situado en la calle Puerto Pajares para intentar acceder al interior, pero no consiguió llevarse nada. El quinto de los robos que se le imputan tuvo lugar en una lavandería de la calle Jerónimo Ibrán el día 12 a las ocho de la tarde. El dinero sustraído ascendió a 1.500 euros y la máquina de cambio automática, que quedó inservible, fue valorada en 2.300 euros.