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Ángeles con un pan bajo el brazo

Protección Civil comienza a repartir lotes de comida para ayudar a 152 familias gracias a un acuerdo municipal con el Banco de Alimentos

Un voluntario de Protección Civil, durante el reparto de los lotes de alimentos.

La crisis del coronavirus está sacando a la luz la labor de muchas personas que trabajan a diario de forma desinteresada para ayudar a los demás. Es el caso de los voluntarios de Protección Civil de Oviedo, que llevan desde que comenzó el confinamiento pateando la ciudad y esquivando el contagio sólo para aliviar los problemas de aquellos que lo están pasando mal. Sin ir más lejos, ayer comenzaron a repartir entre las familias más necesitadas de Oviedo lotes de alimentos y productos básicos para su supervivencia. La iniciativa surge de la colaboración entre el Banco de Alimentos y el área de Servicios Sociales del Ayuntamiento, pero los voluntarios de Protección Civil son los que van casa por casa entregando las cajas. En total, se van a destinar a 152 familias. "Hemos empezado por la zona de Buenavista y por Pumarín, pero mañana y pasado -por hoy y mañana- continuaremos por el resto de la ciudad", explica Gonzalo Míguez, el coordinador de Protección Civil en Oviedo.

Los lotes que reparten los miembros de Protección Civil contienen alimentos variados, en su mayoría no perecederos, y productos de primera necesidad. Las cajas salen cerradas y selladas de la nave que tiene el Banco de Alimentos en el polígono de Argame y con la dirección de las familias a las que van destinadas. "Se trata de lotes que permiten a los destinatarios cubrir sus necesidades durante un mínimo de dos semanas. Los criterios que se siguen para el reparto no los ponemos nosotros, lo hacen desde Servicios Sociales, pero son familias que se han quedado sin nada a raíz de la pandemia por alguna u otra razón. La mayoría son personas extranjeras", dice Míguez.

Por otro lado, Protección Civil recibió ayer la donación de otros cuarenta lotes de alimentos de manos de un conocido centro comercial de la ciudad. "Estas cajas de comida se quedarán en nuestra sede y las iremos repartiendo cuando surjan casos de emergencia", señala el coordinador de Protección Civil. Además, los voluntarios del cuerpo municipal también están ultimando el reparto de otros setenta kits con material escolar para familias que no pueden comprárselos a sus hijos. "Llevan lápices, bolígrafos, libretas... Se trata de que todos los niños puedan seguir aprendiendo mientras tengan que estar en casa", añade Míguez.

El esfuerzo que están realizando los integrantes del cuerpo de protección Civil desde que comenzó el estado de alarma es digno de elogio. Entre otras muchas cosas, los voluntarios se encargan de repartir medicinas por las casas de las personas mayores, pacientes de riego o con problemas de movilidad. Tienen decenas de entregas diarias. "Nuestro objetivo es que a nadie le falte de nada. A algunos hasta les hacemos la compra. Hay gente que está realmente angustiada y desesperada porque no tiene ni siquiera leche o fruta fresca y no los podemos dejar tirados", señala el coordinador. "La verdad es que la gente lo agradece mucho. Nos felicitan por la calle, algunos nos regalan bombones... Incluso el otro día recibimos un aplauso telefónico", añade. Por el momento no ha habido contagios entre los voluntarios. "Crucemos los dedos", señala Míguez.

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