El hostelero Edén Jiménez Pérez es una de las cabezas visibles de "Abrir bien, abrir seguro", el movimiento que está protagonizando diversas concentraciones en la ciudad para reclamar un plan de desescalada fiable, claro y unificado para el sector.
- ¿Cuál es su reivindicación?
-Van más de 26.000 muertos en España y las cosas no se pueden hacer a la ligera, porque si hay que volver al confinamiento no saldremos de esta. Lo que pedimos es seguridad. Un mensaje local, regional y estatal común sobre las medidas que son necesarias para no poner en riesgo ni a hosteleros ni a clientes. En estos momentos no hay claridad sobre lo que hay que hacer. Como dice nuestro lema, hay que abrir, pero hacerlo bien y con seguridad.
- Entonces, a su juicio, el sector no está preparado para iniciar la desescalada el lunes.
-No. Consideramos que es un suicidio. Los hosteleros en estos momentos no saben ni qué medidas de seguridad tomar. Hay algunos que se han gastado dinero en máquinas de ozono que ni siquiera está claro si van a ser efectivas. Este no es un movimiento político, no vamos contra nadie, pero las autoridades no están tratando al sector con respeto. Resulta que un día se autoriza la reapertura al 30 por ciento y al poco tiempo ya es al cincuenta. ¿Cómo cambian así? Nos llaman tontos a la cara.
- ¿Reabrirán pocos locales el lunes?
-Muy pocos. ¿Para qué? ¿Sacar una mesa para un café o para una caña? Ojo con eso, porque puede traer problemas de convivencia.
- Junto a esa seguridad que echa en falta, ¿qué más necesita el sector para salir adelante?
-Los ERTE hasta ahora están ligados al estado de alarma y deben prolongarse más allá. Nadie se cree que en unos meses se va a recuperar el cien por cien del empleo destruido por esta crisis. Otra cuestión que urge es qué pasa con las rentas, algo que se ha dejado prácticamente a la caridad humana. Si esto se prolonga medio año, no se puede pagar 3.000 euros de renta al mes como si estuvieras funcionando. Eso es llevarnos al cierre seguro. Es necesario tomar medidas al respecto, incluyendo, por supuesto, compensaciones para los arrendadores de los locales. También echo en falta que no se haya preparado una carta digital para toda la hostelería.
