El Ministerio de Defensa y Santa Bárbara están pendientes de definir el modelo de sociedad que constituirá la propietaria de la fábrica de armas de Trubia con Indra y Sapa para poder hacerse con el contrato de construcción del nuevo 8x8 para el Ejército español. Las fuentes consultadas por LA NUEVA ESPAÑA en el departamento que dirige Margarita Robles confirman que, pese a la crisis sanitaria del coronavirus y a las gravísimas consecuencias económicas que ya está generando, el programa de los blindados "Dragón" sigue adelante y que se encuentra en la "fase interna de la tramitación". "Dentro de las posibles opciones que se están barajando, una de ellas es cursar la invitación a presentar la oferta a una agrupación de empresas nacionales, que se presentaría en una forma societaria por definir", explican los mismos portavoces de Defensa.
Robles ya ha dejado claro que su preferencia absoluta es que el contrato, de 2.100 millones de euros y clave para el futuro de la planta trubieca, sea para Santa Bárbara y las otras dos compañías que conforman con ella la UTE que se ha encargado de construir los cinco prototipos del vehículo. No obstante, la Ministra, con ascendencia familiar en la ciudad, también ha dejado meridianamente claro que el nuevo 8x8 es clave para la modernización del Ejército y que saldrá adelante también en el caso de que no se llegue a un acuerdo con las empresas españolas. El contrato generaría en Trubia 375 empleos en el plazo de tres años.
