David García tiene derecho a utilizar cuatro mesas en la terraza del bar que regenta en la calle Carpio, pero por el momento quiere ser prudente y sólo ha colocado dos. "Por el momento estamos probando porque queremos transmitirle al cliente una sensación de seguridad y la distancia de separación es algo fundamental. Entiendo las limitaciones que se nos están poniendo porque está habiendo muchas muertes y eso de verdad es lo importante", señala el hostelero. "Nosotros hemos hecho un protocolo de seguridad especial. Cada media hora nos suena una alarma para lavarnos las manos, desinfectamos las mesas y todo el local cada poco tiempo y contamos con todo tipo de material de protección.
Por el momento, la mayoría de sus ingresos llegan a través de los pedidos de comida a domicilio. "Nos hemos reinventado y estamos trabajando más en esta línea porque creemos que este tipo de servicios van a crecer . La gente tiene ganas de salir de casa y eso se ve, pero evidentemente van a cambiar muchas cosas", señala.
