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Oviedo cerrará al tráfico ocho calles del centro para primar a peatones y terrazas

El Ayuntamiento iniciará los cortes el lunes en Mendizábal y Ramón y Cajal y los extenderá en dos semanas al resto de vías si todo va bien

Oviedo cerrará al tráfico ocho calles del centro para primar a peatones y terrazas

Oviedo quiere aprovechar la crisis sanitaria para poner en marcha una ambiciosa peatonalización con la que pretende ganar 100.000 metros cuadrados en cuestión de quince días para disfrute de los paseantes y beneficio de hosteleros y comerciantes. Se trata de un plan pensado para que, en las próximas dos semanas, ocho calles del entorno del Antiguo y del campo San Francisco queden restringidas al tráfico rodado.

En un primer momento, la medida tendrá carácter temporal y no afectará a residentes ni repartidores. Se trata, de algún modo, de una prueba sobre el terreno para chequear si funciona correctamente y la zona, efectivamente, se beneficia. En caso positivo, llegaría el momento de buscar recursos y hacer hueco en el correspondiente presupuesto a las obras pertinentes de cara a que la peatonalización resultase completa. Además, otras zonas como el entorno de la Losa o la calle Marqués de Pidal podrían ser objeto de peatonalización a medio plazo, según los planes municipales.

Las once de la mañana del lunes es el momento marcado para iniciar los cortes. En la primera fase se cerrará el paso a los vehículos a motor en las calles Mendizábal, Ramón y Cajal y Pozos. La segunda fase se ejecutaría a mediados o finales de la misma semana con una ampliación de los cortes a la calle Fruela y la parte baja de la calle Rosal hasta su intersección con Cabo Noval.

La tercera fase se presenta más compleja y por ello se demoraría dos semanas más. Los planes municipales pasan por cerrar en estas fechas el paso a vehículos en Cabo Noval, Martínez Marina, la calle Quintana y un segundo tramo de la calle Rosal. Las necesidades del tráfico obligarían a convertir la calle Santa Susana en un vial de doble sentido. En principio, las restricciones se señalizarán con vallas y conos, pero de resultar exitosa la medida se estudiará la posibilidad de poner semáforos y bolardos automáticos en los accesos a las calles.

La falta de estudios sobre el impacto de estas medidas en el tráfico deja la puerta abierta a que puedan producirse cambios según lo exija la realidad. La ampliación de las zonas peatonales de la ciudad es una de las ideas con que el equipo de gobierno accedió al mando municipal.

Los motivos dados para abordar la peatonalización temporal son varios. El Ayuntamiento considera necesario ganar espacio para peatones, para las terrazas de los bares y para las iniciativas comerciales, además de habilitar lugares abiertos para vehículos de movilidad personal. En las calles objeto de esta peatonalización está previsto que queden habilitadas zonas de paso para bicicletas y patinetes y así ir avanzando en los objetivos del Plan de Movilidad, actualmente en revisión.

Respecto a los posibles inconvenientes que pueda causar a los vecinos, el Consistorio asegura que garantizará el acceso a viviendas y garajes de los residentes y respetará los horarios de carga y descarga de los negocios al igual que en el resto de calles peatonales de la ciudad. La medida fue presentada ayer en la sala de prensa del Ayuntamiento en una rueda de prensa conjunta entre el edil de Urbanismo, Nacho CuestaFue la primera rueda de prensa presencial desde que se decreto el estado de alarma.

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