Lo más importante, en su opinión, es que la gente no compre on line sino en la tienda física, porque es la única manera de que el comercio sobreviva. De lo contrario, con "con una temporada que no tienes ingresos vas a cierre, porque es muchísimo dinero lo que invertimos". A cambio, las tiendas ofrecen una proximidad que nunca dará la venta por internet. "Los clientes acaban siendo nuestros amigos", señala.
Y no se trata, cree, de que el cliente haga grandes desembolsos, sino de que " si mucha gente hace pequeñas compras, poco a poco haces una montaña y todo nos viene bien; tal como está la situación, no podemos cruzarnos de brazos", sentencia.