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Llegan los colegios "tristes"

Los centros escolares miden espacios, limpian aulas y diseñan protocolos para aplicar en la vuelta a las aulas el 10 de septiembre

Los colegios asturianos "toman medidas" para la reapertura

Los colegios asturianos "toman medidas" para la reapertura

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Los colegios asturianos "toman medidas" para la reapertura David Orihuela

"Van a quedar unos coles muy tristes". Lo dijo ayer Candelas Villaro, secretaria y profesora de Infantil del colegio La Gesta de Oviedo. La afirmación define el estado de ánimo que tenían ayer los responsables de los centros educativos en el primer día de vuelta a los colegios después de que el 13 de marzo se decretase el estado de alarma. Cierto que, desde aquel día, "en el que salimos despavoridos" dice Elisa Fernández, directores y profesores acudieron a los centros de manera ocasional, pero ayer regresaron para preparar la vuelta al cole, que en Asturias no será hasta el 10 de septiembre, pese a que el plan de desescalada dicta que los niños menores de 6 años cuyos padres trabajen pueden volver al colegio el próximo lunes.

Elisa Fernández acudió ayer al colegio para preparar el regreso y se encontró con multitud de problemas. Ir al detalle de la organización es muy complicado. Por ejemplo, el comedor de La Gesta tiene espacio para 250 alumnos, seis por mesa. Fernández y Pedro Linares, conserje del centro, midieron ayer las mesas. "En cada una pueden comer dos", decía la directora antes de tomar las medidas, "pues 1,20 metros de largo, un niño por mesa, es decir, 50 niños por turno en vez de los 250 que tenemos ahora". Es solo un ejemplo de a lo que se enfrentan los colegios.

Elisa Fernández recorre los pasillos de un colegio vacío y va explicando que tienen que retirar todos los murales y los trabajos de los niños que decoran las paredes del centro. Desde el vestíbulo mira al patio y se da cuenta de que "hay que retirar todos esos juguetes" con los que los pequeños se divierten en el recreo. La plastilina, todos los materiales que utilizan los niños de Infantil, los libros de las estanterías...

El colegio está desinfectado, lleva dos meses cerrado y durante dos semanas después de que se decretase el estado de alarma y se cerrasen las aulas, se limpió a conciencia cada rincón. Pero todas las medidas son pocas para proteger a los pequeños una vez que vuelvan a clase. En el colegio, que habitualmente abre dos puertas para la entrada de los pequeños, habilitará cuatro entradas. En cada una de ellas habrá un profesor que tomará la temperatura a los alumnos. Además los profesores, en especial los de Infantil, trabajarán con pantallas protectoras.

Ante la posibilidad de que se establezcan turnos con clases presenciales y telemáticas, Elisa Fernández apuesta por la conciliación. "Nosotros estamos dispuestos a conciliar, somos los primeros, pero también deben hacerlo las empresas", afirma. Y lo explica: "Si nosotros detectamos que un niño tiene fiebre y llamamos a los padres, la empresa en la que trabajen les tiene que permitir venir a buscarlo e irse a casa con él".

Los profesores no han estado en los colegios, pero han trabajado con horarios interminables desde el inicio de la pandemia. Ahora preparan un regreso que poco tendrá que ver con lo que dejaron el 13 de marzo. Y hablando de dejar, todo el material que los alumnos dejaron en los colegios se empaquetará de manera individual y se avisará a las familias para que acudan a recogerlo, eso sí, con cita previa.

El Principado anunció ayer el inicio del curso para el 10 de septiembre. Será un curso muy distinto al que está a punto de acabar.

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