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Tomar la temperatura a los clientes y cartas para leer con el móvil, la nueva realidad hostelera

Un local del Fontán vigila la fiebre de trabajadores y parroquianos: "Nadie se ha negado y no obligamos, pero es por el bien de todos", dice el dueño

Tomar la temperatura a los clientes y cartas para leer con el móvil, la nueva realidad hostelera

A Vanessa Arroyo (Valladolid) y Javier Frechilla (Palencia) la declaración del estado de alarma y la orden de confinamiento les pilló en Oviedo, así que aquí se tuvieron que quedar. No les vino mal. Sus localidades de origen aún permanecen en fase 0, con lo que ayer celebraban poder ir a tomar algo a una terraza. Eso sí, antes de sentarse en una de las mesas de Casa Ramón, en el Fontán, les ocurrió algo que nunca habrían imaginado, el propietario, Olegario González, les tomó la temperatura con un termómetro digital. "Nunca pensé que me fuese a pasar esto", admitía ella, "pero está muy bien", añadía él.

El hostelero toma la temperatura diariamente a sus empleados para garantizar que ninguno tenga fiebre y por tanto no es susceptible, en principio, de contagiar a sus compañeros ni a los clientes. Todos los empleados informan de si se encuentran mal o tienen algún tipo de síntoma. Antes de abrir el pasado fin de semana, Olegario González diseñó toda una estrategia para dar seguridad a sus clientes. Colas para sentarse, mesas y sillas desinfectadas, geles hidroalcohólicos en cada rincón de la terraza y, lógicamente, camareros con mascarilla. Se le ocurrió que no estaría de más tomar la temperatura a sus trabajadores y luego pensó que no sería mala idea tomársela también a los clientes, "siempre con su consentimiento y dándole normalidad ya que es por su seguridad y por la de todos". No se lo hace a todo el mundo, no es obligatorio, pero de vez en cuando hace un repaso por la terraza. Por el momento, "nadie se ha negado"; tampoco nadie ha dado más de 37 grados.

Medir la temperatura es una de las cosas de esa nueva normalidad que los hosteleros están implantando en sus locales y en ello juegan un papel importante las nuevas tecnologías, que están siendo uno de los salvavidas a los que agarrarse en esta pandemia del coronavirus. El teletrabajo ha permitido a muchas empresas continuar adelante y ahora, en pleno proceso de desescalada, los expertos se afanan en buscar soluciones para garantizar la seguridad en todos los ámbitos. Uno de ellos es el de la hostelería. Las cartas de los restaurantes han desaparecido de las mesas porque podrían convertirse en focos de transmisión del virus. Ante esta situación, los hosteleros buscan aplicaciones que permitan que los clientes puedan conocer de la forma más sencilla la oferta del restaurante.

Francisco López, propietario del local Me Apetece, en el barrio de Montecerrao, abrió ayer la terraza de su local y ya lo está preparando todo para poder ofrecer servicio de restaurante cuando Asturias acceda a la fase 2 de la desescalada. López ha colocado en todas las mesas de su local, las que por ahora le permite la normativa, un código QR que los clientes pueden escanear con la cámara de su teléfono móvil. Inmediatamente una aplicación los redirige a la carta del restaurante. "De este modo ni los camareros ni los clientes tocan la carta", explica el hostelero. Es consciente de que hay personas mayores que no son expertas en nuevas tecnologías y que pueden tener algún problema con la lectura de los códigos. "Tendré dos cartas plastificadas para que las puedan mirar y luego serán desinfectadas inmediatamente", explica. La tecnología sirve para evitar contagios pero también para facilitar la tarea de los camareros, que ya no tendrán que llevar las cartas a las mesas y luego retirarlas.

El código QR no es la única opción para los restaurantes. Una empresa asturiana, Futurepin, ha diseñado otro tipo de dispositivo. Se trata de una pequeña pieza impresa en tres dimensiones que también se puede pegar a las mesas de los restaurantes. En el interior, explica Marcos Pérez, uno de los responsables de la idea, hay un chip que tiene la carta del restaurante. "La tecnología es la misma que se utiliza para los pagos con el teléfono móvil", explica Pérez. No es necesario abrir la cámara del móvil, simplemente con pasarlo por encima de la pieza, de pequeño tamaño, se abre un enlace con la carta del local.

Es la nueva nornalidad de la hostelería: seguridad e innovación.

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