Es uno de los campanos más baratos que se recuerdan en los últimos años, pero es, sin duda, el más solidario de todos. El salmón pescado en el Narcea por Íñigo Fernández Amantegui será degustado por el equipo de la Unidad de Cuidados Intensivos del HUCA. Además, el dinero que el pescador ha ganado con la venta del ejemplar irá destinado a la Asociación Galbán de ayuda a niños con cáncer.
Fernández Amantegui vendió el campanu por 2.000 euros al restaurante El Bosque, en Oviedo. Este año debido a las circunstancias sanitarias, no se celebró la tradicional subasta. Pero Diego Javita, propietario del restaurante ovetense, se enteró que de que el riberano quería vender la pieza, así que se puso en contacto con Amantegui y le hizo una oferta que el pescador aceptó a última hora de la tarde del martes. El hostelero se llevó el primer salmón de la temporada, pescado en el Narcea, y lo cocinará para los sanitarios que durante los días más terribles de lucha contra el coronavirus trabajaron en la UCI del HUCA. "Me encantaría poder llegar a todos los sanitarios, pero es imposible, así que nos hemos puesto en contacto con la UCI del HUCA para invitarlos a degustar el campanu de este año", explicó Javita ayer por la mañana. "Los sanitarios del HUCA son los que más cerca han vivido la maldad de este virus", reflexionó el hostelero para justificar su decisión. Eso sí, los trabajadores sanitarios aún tendrán que esperar para disfrutar del preciado salmón; las medidas sanitarias obligan a que los locales de hostelería solo puedan abrir por el momento sus terrazas, así que el campanu se irá al congelador y allí estará hasta primeros de junio. El hostelero tiene previsto abrir su local y uno más nuevo en la misma calle, Víctor Chávarri, el próximo 1 de junio. A partir de ahí, fijará la fecha con los responsables de la UCI para la degustación.
El pescador tuvo palabras de agradecimiento para el hostelero. Fernández Amantegui reconoció que es uno de los campanos más baratos de los últimos años, pero "la hostelería está machacada con el virus", así que dio por buena la oferta de Javita. Él, por su parte, donó los 2.000 euros de la venta a la asociación Galbán de lucha contra el cáncer infantil. Lo hizo, al igual que ya había hecho en 2014, "por una cuestión familiar". Paula Rodríguez, representante de Galbán, agradeció el gesto del pescador y explicó que el dinero se destinará a los proyectos de su asociación. Apuntó, además, que "ahora parece que solo existe el coronavirus, pero hay otros enfermos, como los niños con cáncer, que tienen muchas necesidades", por eso es aún más importante en estos momentos el dinero donado por el pescador.
Fernández Amantegui estaba encantado con la pesca en el río Narcea del primer salmón de la temporada. "A mí lo que me gusta es pescar salmones", afirmó. Tanto le gusta que retrasó una operación médica en cuanto conoció la fecha de apertura de la temporada de pesca. Se da la circunstancia de que el pez fue capturado en el pozo El Güeyu y que la operación que tiene pendiente el pescador es precisamente en su ojo.
El campanu de este año pesó 5,305 kilos y midió 76 centímetros. "Para mí hoy es el día de la gloria", afirmó Fernández Amantegui tras precintar su salmón en el centro de La Rodriga (Salas), adonde llegó a las 7.10 de la mañana desde el coto donde lo había capturado solo un cuarto de hora antes, en Quinzanas de Abajo, Pravia. Entró como "un bólido" y consiguió ser el primero. El pescador contó con la ayuda de dos pravianos, Javier Bueno y Carlos Peñaullán, que conocen bien El Güeyu. Con tranquilidad echó una varada con cebo de merucos y quisquilla a 11 metros haciendo un seguimiento del tacto del plomo con el suelo, otra más y a la tercera, a 10 metros, mordió el anzuelo. El de este año no fue el primer gran éxito del pescador, pues ya en 2008 sacó el primer salmón de la temporada en Cantabria, en el Deva; y en 2018, el del Cares.
