En una época en la que la economía y el bienestar social de muchas casas están en caída libre a causa de la crisis sanitaria existe un grupo de voluntarios dispuestos a ejercer de paracaídas. Es el caso de la asociación Luar, un colectivo especializado en la atención a jóvenes vulnerables que desde el inicio del estado de alarma se ha dedicado a facilitar alimento y ayudas de emergencia a familias en dificultades de Oviedo. Desde el 14 de marzo son ya 240 las familias ovetenses atendidas gracias, en gran medida, a una aportación extraordinaria de 12.000 euros por parte de Caixabank, habitual colaborador de las labores solidarias desempeñadas por el colectivo.
Luar cuenta con un local en la calle Río Sella de Ventanielles, donde habitualmente atiende diariamente a entre 30 o 40 jóvenes vulnerables. Dicha instalación tuvo que cerrar a causa de las medidas de confinamiento y el lunes está prevista su reapertura a la comunidad. Sin embargo, el cierre forzoso no supuso el cese de la actividad organización sin ánimo de lucro. "Lo primero que hicimos fue ponernos en contacto con los jóvenes que solemos atender para preocuparnos de cómo estaban y ofrecerles nuestra colaboración", indica la secretaria de Luar, Candela Herrera, quien conforma un gran equipo junto a la presidenta de Luar, Lorena Neira, y el habitual colaborador Nuño Fragoso.
Red regional
Una vez garantizado el bienestar de los beneficiarios de un servicio juvenil que el pasado año atendió a 197 chicos y chicas ovetenses, el colectivo se sumó a las organizaciones Abeyera, Asturias Acoge y Médicos del Mundo para formar la Red de Apoyos y Cuidados de Asturias (RACA), a través de la cual se centraron en atender necesidades urgentes de familias ovetenses.
Desde entonces suman ya 240 los núcleos familiares perceptores de algún tipo de ayuda por parte de Luar. "Nos centramos en facilitar alimentación urgente y ayudar a las familias sin medios a solicitar las prestaciones de la administración", indica Herrera en relación a una labor de asesoramiento y tramitación de acceso a programas como el municipal Oviedo Contigo o las subvenciones para alquileres del Principado.
El trabajo de Luar requirió de apoyo para adquirir alimentos y pequeñas donaciones para pagos urgentes. Para los mismos resultó vital el respaldo de Caixabank. Los 12.000 euros abonados por la entidad bancaria resultaron clave para un apoyo que también se vio reforzado con otros 6.000 euros por Alimerka. "Estamos muy agradecidos por la ayuda porque si no sería difícil atender a esta gente necesitada", añaden.
Los voluntarios deben ahora emplearse a fondo para tener todo a punto de cara al próximo lunes. Hoy mismo tienen previsto acudir a su local de Ventanielles para iniciar las labores de desinfección y adaptar las instalaciones a las condiciones y exigencias de las autoridades sanitarias.
